¿Por qué los perros se sacuden cuando están mojados? Los expertos de Harvard tienen la sorprendente respuesta
Cada vez que un perro se moja, ocurre algo que parece inevitable: un rápido movimiento de su cuerpo de lado a lado para secarse y expulsar el agua. Este gesto tan común puede parecer sólo una reacción natural, pero detrás de este simple movimiento hay más de lo que aparenta.
No importa si es después de un baño, una zambullida en el mar o en el río: esta escena se repite en todos los canes del mundo, y muchas veces termina incluso con el dueño empapado.
Puede parecer un simple comportamiento instintivo, pero lo que muchas personas desconocen es que esta acción tiene raíces más profundas. Los veterinarios han analizado este movimiento y han descubierto las razones que lo provocan. ¿Quieres saber cuáles son?
Los motivos por los que los perros se sacuden cuando están mojados
Seguro que alguna vez has pensado que los perros se sacuden para quitarse el agua de encima o para ‘vengarse’ de un baño no deseado. No obstante, la realidad es que esta acción es una respuesta involuntaria e instintiva que se origina en el sistema nervioso.
Esta conducta, presente en la mayoría de los mamíferos peludos, se activa para eliminar no sólo el agua, sino también otros irritantes de la piel, como insectos, parásitos o cualquier elemento que desvíe los pelos del cuerpo.
Un grupo de investigadores de neurobiología del Instituto Médico Howard Hughes de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, se dedicó a investigar este comportamiento y publicó sus hallazgos en la revista Science.
Su estudio reveló que la sacudida no se produce de forma automática, sino que es una respuesta a estímulos específicos que se detectan en la piel del animal.
Así fue el experimento que revela las causas de las sacudidas de los perros
Para comprender a fondo este mecanismo, los científicos utilizaron a roedores como modelo experimental. En sus pruebas, descubrieron que la sacudida se activa cuando se aplican ciertos estímulos (agua o aire) en zonas específicas del cuerpo, como el cuello o la espalda.
Este descubrimiento descarta la idea de que la sacudida sea una respuesta al cambio de temperatura y apunta a que se trata de una reacción al tacto.
El estudio también reveló la importancia del gen Piezo2, que regula los canales iónicos implicados en la percepción táctil. Al eliminar este gen en los ratones, los investigadores observaron que los animales ya no se sacudían al ser expuestos a los estímulos, confirmando así que Piezo2 es esencial para activar esta respuesta motora.
Pero el gen Piezo2 no actúa solo. Los investigadores también identificaron un tipo de receptor sensorial denominado C-LTMRs que juega un papel fundamental en la detección de los estímulos que desencadenan la sacudida.
Estos receptores se activan ante la presencia de agua o aire en la piel y envían la señal al sistema nervioso central, que a su vez genera una respuesta motora.
Este complejo sistema de sacudidas pone de manifiesto la sofisticada interacción entre el sistema sensorial y el motor de los mamíferos, dando lugar a respuestas conductuales esenciales para su supervivencia. La capacidad de los animales para ejecutar una sacudida tan rápida y eficiente ante estímulos tan simples como el agua revela un nivel avanzado de adaptación evolutiva.
Eliminar el exceso de agua del pelaje permite a los perros y a otros mamíferos reducir su peso corporal y mantener su pelaje seco, lo que contribuye a su supervivencia en diversos entornos. Además, este mecanismo les ayuda a deshacerse de otros irritantes que pueden afectar su salud.
Así que la próxima vez que veas a tu perro sacudirse con energía después de un baño, recuerda que no se trata de un simple capricho, sino de una estrategia evolutiva que le ha permitido a su especie prosperar a lo largo de miles de años.