¿Qué hacer cuando los gatos tienen miedo al secador?
Los gatos odian los ruidos fuertes, ya que su oído es extremadamente sensible. Puede detectar hasta 60 kHz, mientras que el oído humano «solo» puede detectar hasta 20 kHz. A esto hay que sumar que utilizan sus orejas como si fueran antenas parabólicas. En cuanto detectan el más leve susurro, las mueves instantáneamente y se quedan quietos para escuchar con atención. Teniendo esto en cuenta, es normal que muchos gatos tengan miedo al secador.
Lo primero y más importante es comprender cómo funciona el miedo en los animales. Lo cierto es que no difiere mucho de nuestra propia naturaleza humana. El miedo es una especie de mecanismo de defensa que mantiene a los gatos alerta ante cualquier amenaza y evita que se expongan a peligros innecesarios.
Por lo tanto, cuando están en riesgo o ante un elemento que desconocen, su cerebro envía una orden al cuerpo para que esté alerta y listo para reaccionar si fuera necesario. Esta orden provoca diferentes efectos a nivel físico y mental: cambio en el pelaje, irritabilidad, liberación de adrenalina, etc.
El miedo de los gatos a secador
Para empezar, puedes hacer que tu mascota se vaya acostumbrando poco a poco al ruido del secador. Este es un proceso que requiere de tiempo y paciencia, así que no creas que vas a conseguirlo de un día para otro.
Deja el secador desenchufado al lado de su zona de descanso. Seguro que su curiosidad le hace querer ir descubriendo el nuevo elemento. Evita hacer movimientos extraños con el cable porque podría asociarlos a una víbora.
Una vez observes que el gato se siente cómodo y seguro cuando el secador está a su lado, puedes pasar a la acción. Enchúfalo a velocidad mínima para que perciba cómo lo utilizas sin ningún tipo de peligro y que su miedo vaya disminuyendo. Puedes usarlo varias veces al día.
Ahora llega la parte más crítica del proceso. Tienes que conseguir que el gato te deje utilizar el secador en su cuerpo después del baño. Hay que hacerlo de forma tranquila y paulatina, sin presionarle. Elige un ambiente tranquilo y empieza a usar el secador para secar su pelo mientras le dices palabras cariñosas para que esté cómodo.
Es importante saber que cada animal, del mismo modo que ocurre con las personas, tiene su propio tiempo de adaptación. Tienes que respetarlo hasta que el gato asocie el secador con algo inofensivo para él y le pierda el miedo.
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