La increíble historia de Nanuq, el perro perdido en Alaska que se ha reencontrado con su familia

Nanuq es un perro que ha pasado un año perdido en Alaska y ha recorrido 240 kilómetros por el hielo congelado del Mar de Bering antes de reencontrarse con su familia. Mandy Iworrigan, la dueña de Nanuq, reside en Gambell (Alaska). Hace un año, estaba con su familia de visita en Savoogna, otra localidad de la isla de San Lorenzo, en el estrecho de Bering. Fue entonces cuando Nanuq desapareció junto al otro perro de la familia, Starlight, tal y como informa el ‘Anchorage Daily News’.

Unas semanas después apareció Starlight, pero ni rastro de Nanuq. Cuando pasó un mes tras la desaparición del pastor australiano, los habitantes de Gales, una localidad situada a 240 kilómetros de Savoonga, publicaron en Internet fotografías de un perro que parecía perdido. Mandy Iworrigan cuenta que su padre le envío un mensaje diciéndole que había un perro que se parecía a Nanuq en Gales.

Finalmente, a través de Facebook comprobó que se trataba de su perro. Cómo Nanuq recorrió 240 kilómetros de hielo es un completo misterio. «No tengo ni idea de por qué acabó en Gales. Quizá el hielo se desplazó mientras cazaba. Estoy bastante segura de que comió restos de foca o cazó una foca, y probablemente también aves. Es listo», señala Mandy Iworrigan.

Por suerte, la historia ha tenido un final feliz. La semana pasada, el animal viajó en avión con una compañía aérea y volvió a casa después de un año. Nanuq se encuentra bien de salud, aunque tiene una pierna hinchada por las mordeduras de un animal.

¿Cómo actuar si nos encontramos un perro perdido?

A raíz de la noticia del perro perdido en Alaska, merece la pena recordar lo que debemos hacer si nos encontramos un can en esta situación. En primer lugar, tenemos que tomar el control de la situación. Seguro que el animal está asustado y tiene miedo, así que tenemos que acercarnos a él con mucho cuidado y sin hacer movimientos bruscos.

Debemos darle agua para que beba, ya que si lleva varias horas en la calle, seguro que tiene sed. Si nos deja acercarnos a él, debemos tratar de sujetarlo y, si aparece algún número de teléfono en su chapa identificativa, llamar. De lo contrario, lo ideal es ir al veterinario para que escanee el microchip y así averigüe quién es su dueño.

¿Y si no tiene microchip? En este caso, el veterinario procederá a llamar a la Policía Municipal, que a su vez avisará a la protectora local.