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Los expertos recomiendan esta técnica infalible para eliminar garrapatas en perros

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Las garrapatas pueden transmitir graves enfermedades a los perros, como babesiosis, ehrlichiosis monocítica y hepatozoonosis, dependiendo de la especie. En Europa, las especies más comunes son Ixodes sp., Rhipicephalus sp., y Dermacentor sp., aunque también se encuentran Haemaphysalis y Hyalomma. Los síntomas de estas enfermedades incluyen fatiga, pérdida de apetito, fiebre, sangrado nasal, petequias y pérdida de peso. En casos de babesiosis, la orina puede volverse oscura y las mucosas pálidas debido a anemia.

Para proteger a tu perro, revisa su pelaje minuciosamente después de cada paseo para detectar garrapatas antes de que se adhieran. Si encuentras una garrapata, retírala lo antes posible utilizando unas pinzas específicas para evitar vaciar las glándulas salivares del parásito y aumentar el riesgo de infección. Si no tienes pinzas, usa un producto que mate la garrapata antes de retirarla. Los tratamientos preventivos incluyen pipetas, comprimidos masticables y collares que repelen o matan las garrapatas, con efectos que pueden durar desde un mes hasta toda la temporada.

El mejor truco para quitar las garrapatas a un perro

Quitarle garrapatas a un perro es crucial para evitar que transmitan enfermedades graves. Estos parásitos pueden infectar al perro a través de su saliva, lo que ocurre varias horas después de adherirse al animal, por lo que es vital eliminarlas cuanto antes.

Para quitar una garrapata correctamente, se recomienda usar pinzas o un gancho quitagarrapatas. El procedimiento es sencillo: acerca la pinza lo más cerca posible de la piel del perro, evitando aplastar el cuerpo de la garrapata. Luego, agarra su cabeza y extráela lentamente en línea recta, sin tirar de golpe.

Tras la extracción, es importante asegurarse de haberla sacado completamente y desecharla de manera segura para evitar que infeste a otro huésped. La herida se debe desinfectar y vigilarse para detectar cualquier signo de infección o reacciones como enrojecimiento circular, lo que podría indicar la enfermedad de Lyme.

Si no se logra extraer completamente la garrapata, no es un problema grave, ya que la cabeza quedará envuelta en la costra y eventualmente caerá. Sin embargo, siempre es mejor extraerla completamente para reducir al máximo el riesgo de transmisión de enfermedades.

Existen mitos sobre cómo quitar garrapatas a los perros, como que es necesario girar las pinzas o que las garrapatas caen de los árboles. Ninguno de estos es cierto; las garrapatas acechan en la hierba alta y los arbustos.

Tampoco se deben usar remedios caseros como aceite, pegamento o quitaesmalte para matar garrapatas, ya que esto puede hacer que liberen más patógenos o causar irritación en la piel del perro. La única manera segura y efectiva es la extracción manual con pinzas.

Los veterinarios recomiendan revisar al perro después de cada paseo, prestando especial atención a las zonas de piel más fina y con menos pelo, como la cabeza, orejas, vientre e interior de los muslos. Las garrapatas pueden ser difíciles de ver, ya que su tamaño varía desde el de un alfiler hasta el de un hueso de cereza, dependiendo de cuánta sangre hayan ingerido.

Enfermedades

Las garrapatas pueden transmitir varias enfermedades graves a los perros. La anaplasmosis la causan las bacterias Anaplasma platys y A. phagocytophilum, y aunque puede ser asintomática, los síntomas incluyen fiebre y letargo. El tratamiento suele ser antibiótico. La babesiosis, provocada por los protozoos Babesia gibsoni y Babesia canis, causa anemia hemolítica y puede ser grave, requiriendo antiprotozoarios y, en casos severos, transfusiones de sangre.

La ehrlichiosis la causa el Ehrlichia canis y afecta el sistema inmunitario, causando anemia, letargo y hemorragias. El diagnóstico se realiza mediante análisis de sangre y el tratamiento es con antibióticos. La hepatozoonosis, también protozoaria, provoca fiebre persistente, adelgazamiento y dolor óseo, con síntomas cíclicos. La enfermedad de Lyme, transmitida por Borrelia burgdorferi, puede afectar el sistema nervioso central y causar fiebre y dolor articular, requiriendo un tratamiento prolongado con antibióticos.

Finalmente, la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas se da por el Rickettsia rickettsii, con síntomas como fiebre, vómitos y letargo. Esta enfermedad es grave y también requiere tratamiento con antibióticos para prevenir complicaciones severas.

Prevención

Las garrapatas en perros se pueden identificar de manera relativamente sencilla debido a su apariencia similar a una lenteja que se adhiere a la piel. Aunque pueden morder a los humanos, raramente transmiten enfermedades, siendo más comunes en animales silvestres o ganado.

Para proteger a los perros de estos parásitos, existen opciones como los collares antiparásitos, que actúan como repelentes y son efectivos durante seis a ocho meses, así como las pipetas, que proporcionan protección por uno o dos meses. También existen las pastillas contra garrapatas, aunque deben ser metabolizadas en el hígado, lo que puede resultar más molesto para el perro.

Además de la prevención, es crucial revisar al perro tras  los paseos, especialmente en zonas boscosas con vegetación alta, para detectar y eliminar posibles garrapatas a la mayor brevedad.