No sólo la dieta mediterránea, también existe la dieta atlántica
Siempre escuchamos hablar de la dieta mediterránea que distingue a los países de la cuenca mediterránea, pero ¿es la única dieta que se recomienda? .
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No solo la costa mediterránea, también está la costa atlántica, entonces ¿por qué no hablar de la dieta atlántica además de la famosa dieta mediterránea? Sabemos que la mediterránea está considerada la mejor de todas, pero lo cierto es que son muchos los que recomiendan la dieta atlántica y que es el tipo de alimentación que caracteriza un territorio que se extiende desde Portugal hasta Noruega por más de 8000 km. Por eso es bueno darle a este tipo de dieta la importancia que se merece. También porque es una dieta rica en propiedades y beneficios. Pero ¿en qué consiste? Averigüémoslo juntos.
Dieta Atlántica
Siempre oímos hablar de la dieta mediterránea pero nunca de la dieta atlántica. Sin embargo, incluso esta puede considerarse una dieta sana y equilibrada. Típica de Galicia y del norte de Portugal, tiene algunos alimentos en común con su rival, aunque se trata más bien de una dieta basada en las verduras y pescados que distinguen a la zona a la que pertenece.
Es una dieta particular porque no se da importancia sólo a los alimentos que se consumen, sino también a la forma en que se preparan. Cada zona, por tanto, tiene sus preferencias también en la mesa, que suele estar repleta de alimentos sencillos y de calidad. Éstos incluyen:
- Productos lácteos y leche, especialmente queso.
- Alimentos de temporada y locales, frescos y ligeramente procesados.
- Cereales, frutas y verduras, pero también frutos secos, legumbres, patatas y castañas.
- Carne de vacuno y cerdo, aves y caza.
- Aceite de oliva como condimento y vino como bebida durante las comidas (siempre en cantidades moderadas).
Además de saludable, la dieta atlántica también es buena para el medio ambiente. No en vano, algunos estudiosos de la Universidad de Santiago la han clasificado entre las dietas con menor impacto ecológico gracias a la presencia de alimentos frescos y de temporada. También hay que decir que tomar estos productos en detrimento de los procesados conduce a una mayor probabilidad de perder peso.
Al presentar un mayor número de proteínas que la dieta mediterránea, la dieta atlántica es capaz de saciar más el organismo, y esto también tiene como consecuencia directa una pérdida de peso más fácil. Gracias a los nutrientes que posee, a saber, el hierro que nos ofrecen los alimentos de origen animal, el calcio de los lácteos y las vitaminas del resto de alimentos, la dieta atlántica ayuda a prevenir carencias nutricionales y nos ofrece todo lo que necesitamos con pocos alimentos esenciales.
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