Verano

El calor engorda: esto es lo que le pasa al cuerpo en verano

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Descubre el motivo por el que el calor engorda
Blanca Espada

Mucha gente está feliz de que haya llegado la estación cálida y que la primavera ya sea cosa del pasado ante el hecho de estar viviendo por fin el  verano. Sin embargo, quizás demasiados todavía no consideran las desventajas. Sabemos que una de las mayores molestias son los mosquitos, pero también hay otra cosa a la que prestar mucha atención. Siempre considerado un falso mito o algo a cuestionar, lamentablemente no es así sino que es la pura verdad: el calor engorda. Así, todas aquellas personas que han luchado en los últimos meses por volver a estar en forma, no pueden despistarse en los meses de más calor porque sino recuperarán todos los kilos perdidos. Parecerá extraño que el calor pueda hacerlo, y sin embargo así es.

El calor engorda

La ciencia viene a nuestro encuentro en esto y explica por qué ocurre este proceso. Entonces, veamos a continuación en detalle qué le sucede a nuestro cuerpo en verano, cuando casi siempre está expuesto a temperaturas muy altas.

Puede que pensaras que las altas temperaturas, que sudes y que aumentes la ingesta de agua propicia que el cuerpo elimine más, y así es, pero la ciencia también ha revelado que el calor ralentiza nuestro metabolismo . De esta forma, se acumularán grasas y líquidos, responsables de aumentar la cantidad de kg en la báscula. El responsable de todo se encuentra en el hipotálamo. Es la glándula que regula las funciones primarias de nuestro organismo, se encuentra en el cerebro.

Con el calor, el hipotálamo ordena a la tiroides que ralentice su metabolismo, para no producir más calor. Esta regla también se aplica a otros órganos. En resumen, el cuerpo mantiene una temperatura lo más baja y estable posible para hacer frente al calor del exterior, pero al hacerlo, la grasa se acumula y se engorda. Sin embargo, también hay una manera de lidiar con esta situación, que es comer mucho durante el día y menos por la noche.

Durante el día el metabolismo sigue activo y rápido, mientras que por la noche se ralentiza mucho. Por eso no se debe comer mucho en la cena porque la hora crítica empieza ya a las 18:oo horas. Después de las 22:00 horas no se debe comer nada porque solo sería grasa que se agrega y no se absorbe.

No obstante, los expertos recomiendan seguir los horarios incluso durante el verano, no saltarse comidas y cuidarse de hidratarse y repartir bien la ingesta de hidratos de carbono, grasas y proteínas a lo largo del día.

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