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Adiós a ir al podólogo: el truco de los expertos para tener los pies perfectos sin salir de casa

Truco para los pies
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Los pies son el soporte de nuestro cuerpo, pero muchas veces no les prestamos la atención que merecen en la rutina de cuidado personal. A pesar de su importancia, sólo no fijamos en ello cuando aparecen molestias o problema específicos, como las durezas o los juanetes. Afortunadamente, existe un truco muy sencillo para tener unos pies perfectos. Se trata de un método natural a base de sal y bicarbonato de sodio que los expertos recomiendan por su amplio abanico de beneficios para la circulación, la higiene y la relajación de los pies.

La sal, sobre todo la sal marina, tiene propiedades antiinflamatorias y desinfectantes que ayudan a eliminar bacterias y toxinas superficiales. El bicarbonato de sodio, por su parte, suaviza la piel, combate hongos y neutraliza olores desagradables. Juntos, ayudan a prevenir problemas habituales en los pies, como sequedad, mal olor… La sensación de confort mejora notablemente, y la aplicación de este remedio casero se convierte en un ritual de bienestar.

El truco definitivo para unos pies perfectos

Más allá de lo estético, el lavado de pies con sal y bicarbonato previene infecciones y fortalece la piel de los pies. La sal marina ayuda a eliminar bacterias y previene la aparición de hongos, algo muy importante sobre todo en verano. Por su parte, el bicarbonato de sodio suaviza las dureza de la planta del pie y neutraliza los olores.

Uno de los principales beneficios de este método es la mejora de la circulación sanguínea, lo que reduce la sensación de cansancio e hinchazón en los pies. Esto es algo que se valora especialmente después de caminar largas distancias o pasar mucho tiempo de pie. Además de ofrecer una gran sensación de confort a instante, también cuida la salud del sistema circulatorio.

Finalmente, cabe señalar que el bicarbonato de sodio actúa como un exfoliante suave. Su textura fina permite eliminar células muertas sin dañar la piel, lo que ayuda a mantener los pies más suaves y a prevenir la formación de callos o grietas. «La combinación de sal y bicarbonato permite un cuidado completo: limpieza, desinfección y exfoliación en un solo paso», comentan los expertos.

Preparación y aplicación paso a paso

Poner en práctica este truco para lucir unos pies perfectos es muy simple. Sólo necesitas una palangana lo suficientemente grande para introducir los pies, agua templada (ni fría ni caliente), dos cucharadas de sal marina y dos cucharadas de bicarbonato de sodio.

  1. Lo primero es llenar la palangana con agua templada.
  2. Luego, añade la al y el bicarbonato.
  3. Introduce los pies y mantén la inmersión durante 20 minutos. Éste es el tiempo necesario para que los ingredientes actúen sobre la piel.
  4. Mientra, puedes masajear la planta del pie o los dedos con movimientos circulares para estimular la circulación y potenciar la acción relajante.
  5. Al finalizar, es esencial secar los pies con cuidado, restando especial atención a los espacios entre los dedos para evitar la acumulación de humedad que pueda favorecer hongos o bacterias.
  6. Para terminar, es recomendable aplicar una crema hidratante, lo que ayudará a mantener la piel flexible y prevenir la resequedad.
  7. Se recomienda repetir el ritual dos o tres veces por semana.

Otros ingredientes naturales

Además de la sal y el bicarbonato, existen numerosos ingredientes naturales que ayudan en el cuidado de los pies.

Uno de los más conocidos es el vinagre de manzana. Gracias a sus propiedades antibacterianas y antifúngicas, puede ayudar a prevenir hongos, eliminar olores y suavizar la piel. Para un baño de pies, basta con añadir una taza de vinagre de manzana a un recipiente con agua tibia e introducir los pies durante 15-20 minutos.

Otro gran aliado es el aceite de oliva. Este ingrediente no solo hidrata profundamente, sino que también nutre y regenera la piel seca y agrietada. Mezclar unas gotas de aceite de oliva con agua tibia o aplicarlo directamente después del lavado ayuda a mantener la piel flexible y suave.

El aceite de árbol de té es otro ingrediente muy eficaz en el cuidado de los pies. Sus propiedades antimicrobianas lo convierten en un excelente aliado contra hongos y bacterias. Basta añadir unas gotas al agua del baño o mezclarlo con un aceite portador, como el de coco, para aplicar directamente sobre las uñas y la planta del pie.

La avena es ideal para quienes buscan un efecto exfoliante y calmante. Molida finamente, puede mezclarse con agua tibia para crear un baño suave que elimine células muertas y suavice la piel. Un remojo de 15-20 minutos en agua con avena ayuda a dejar la piel más tersa y a reducir molestias derivadas de la fricción o el calor.

Finalmente, la manzanilla aporta un efecto calmante y relajante, especialmente útil después de un día agotador. Preparar una infusión de manzanilla, dejarla enfriar un poco y sumergir los pies durante 15-20 minutos ayuda a reducir la inflamación, suavizar la piel y aliviar el cansancio.

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