La presidenta socialista de La Rioja engorda su patrimonio mientras declara haber perdido 152.000 €

La líder del PSOE riojano, presidenta del Gobierno regional y candidata a la reelección el próximo 28 de mayo, Concha Andreu, está inmersa en oscuras y contradictorias declaraciones de bienes que, pese a ser obligatorias, apuntan –cuando menos– a un enredado baile de cifras que se contradicen, además, con los datos que aparecen a su nombre y al de su marido en el Registro de la Propiedad. Pese a que el matrimonio ha engordado su patrimonio con el paso de los años, con operaciones de compra realizadas cuando ya era diputada del Parlamento riojano, Andreu pretende hacer ver que se ha empobrecido. Exactamente, que perdió 152.000 euros en apenas tres años.

Es tremendamente notable esta contradicción que se da entre lo que dice el Registro de la Propiedad y lo que asegura Concha Andreu en las únicas declaraciones de bienes que exhibe como alto cargo. En vez de reflejar ese aumento de bienes patrimoniales que ha ido adquiriendo, dice que ahora tiene menos activos y, sin embargo, muchas más deudas.

El enredo es de tal calibre que, según la versión oficial que Andreu ha reflejado en las únicas declaraciones de bienes que muestra, en menos de tres años en política, del 7 de febrero de 2017 al 26 de noviembre de 2019 ­su patrimonio personal se hundió, perdió 151.639,83 euros, porque asegura que sus deudas habían aumentado en 143.619,86 euros y el valor de sus bienes se había recortado en casi 6.000 euros. Extraño, porque en esos apenas tres años la presidenta se compró con su marido un segundo piso en Logroño, valorado en cientos de miles de euros que no aparece reflejada en su declaración ante el Parlamento de La Rioja. Al menos la única que se permite ver.

Declaraciones obligatorias

Hay que tener en cuenta que la normativa vigente obliga a todos los diputados regionales de La Rioja a presentar una declaración de bienes para poder adquirir la condición de parlamentarios, otra al finalizar su mandato, y las que sean necesarias a lo largo de la legislatura si cambia su patrimonio personal.

Concha Andreu, dado que es diputada regional desde 2011, como mínimo ha tenido que presentar ante el Parlamento riojano siete: las iniciales y finales de las legislaturas 2011-2015, 2015-2019 y 2019-2023, a las que se añade otra que consta que presentó en noviembre de 2019 por considerar Andreu que se había producido algún cambio en su situación patrimonial, que merecía ser incluido en una nueva declaración actualizada. En la web del Parlamento de La Rioja ésta es la única que se muestra. De las anteriores, ni rastro.

Ante esta dificultad para cotejar la evolución patrimonial de la diputada Andreu, OKDIARIO reclamó al Legislativo, al amparo de la Ley de Transparencia y del derecho de acceso a la información pública oficial, que facilitase «copias de todas y cada una de las declaraciones de bienes patrimoniales presentadas por Dña. Concepción Andreu Rodríguez en su condición de diputada del Parlamento de La Rioja en todas las legislaturas en las que viene disfrutando de escaño, tanto las declaraciones que se han de presentar al inicio como al fin del mandato, así como las declaraciones complementarias o modificativas presentadas en el transcurso de una misma legislatura. Asimismo, se solicita cualquier documento justificativo presentado por Dña. Concepción Andreu Rodríguez sobre modificaciones introducidas en declaraciones complementarias o sustitutivas».

Ocultación desde el Parlamento regional

Esta petición fue formulada por OKDIARIO el pasado 25 de abril. El 27 de abril, el letrado mayor del Parlamento riojano, Jorge Apellániz Barrio emite una resolución en la que dice «conceder el acceso a la información pública solicitada, adjuntando la misma en el anexo de la presente resolución». Pero, de las al menos siete declaraciones de bienes de Concha Andreu que constan en el registro del Parlamento riojano, solo adjunta dos en su respuesta a OKDIARIO: una de 7 de febrero de 2017 y otra de 26 de noviembre de 2019. Del resto, ni rastro.

Ante la notoriamente incompleta documentación aportada por el letrado mayor, que infringe lo apuntado por él mismo al reconocer el derecho de acceso a la totalidad de las declaraciones de bienes de Concha Andreu, OKDIARIO volvió a presentar una nueva solicitud reiterando que se respete el derecho de acceso a la información oficial protegido por la Ley de Transparencia. En el mismo escrito se le advirtió al letrado mayor del Parlamento riojano que, esta nueva reclamación, dada la opacidad manifiesta en que se estaba incurriendo, podría «ser objeto de publicación como explicación del modo de proceder que al respecto mantiene el Parlamento de La Rioja y quienes han de velar por su correcto funcionamiento».

A diferencia de lo que ocurrió con la primera solicitud, que fue contestada en dos días por el letrado mayor Jorge Apellániz, la reclamación no ha obtenido respuesta alguna. Al escribirse esta noticia han pasado 15 días desde que se formuló y lo único que ha habido es silencio absoluto desde el Parlamento riojano.

Datos comprometedores

Aun con todo, las dos únicas declaraciones de bienes de Concha Andreu que se han aportado son comprometedoras para la presidenta de La Rioja y líder regional del PSOE, por lo sorprendente de los datos que suscribe. No sólo resulta extraño que alguien que disfruta del nivel salarial del Parlamento de La Rioja y luego del de presidenta de Comunidad diga que con la política su patrimonio ha perdido 151.639,83 euros.

Más extraño aún es de dónde sale esa cifra de la supuesta pérdida patrimonial: dice Andreu que se ha disparado su endeudamiento financiero, que ha pasado de 61.106,14 euros en febrero de 2017 a 206.683,78 euros en noviembre de 2019 y, encima, hace ver que esa escalada de su deuda no le ha servido para adquirir más propiedades. De hecho, la presidenta de La Rioja dice que el monto total de sus activos se ha recortado en 8.019,97 euros en ese mismo período, pese a que durante esos años se compró junto a su marido un segundo piso en Logroño para el que suscribieron una hipoteca de 203.000 euros. Así que, salvo que hubieran recibido un trato de favor por la entidad financiera, el valor de ese piso supera ampliamente esos 203.000 euros, porque los bancos, desde la crisis de 2008, no otorgan hipotecas por el 100%.