La Justicia de Nueva York procesa a la mano derecha de Roures en Mediapro por sobornar a directivos de la FIFA
La Corte Federal de Nueva York ha procesado a Gerard Romy, el que fuera la mano derecha de Jaume Roures y fundador, accionista y CEO del grupo audiovisual Mediapro/Imagina. La decisión fue adoptada el pasado 18 de marzo por un Gran Jurado de la Corte Federal de Brooklyn, que decidió aumentar los cargos contra el ejecutivo de Mediapro.
Romy, que durante años ha sido investigado por el pago de sobornos a directivos de la FIFA para que Mediapro consiguiera los derechos de retransmisión de partidos de fútbol, se enfrenta a una acusación que puede llegar a una condena de más de 20 años de cárcel por cada cargo. Entre los derechos amañado por medio de prácticas corruptas se encontraban los encuentros de clasificación para el Mundial de Qatar 2022.
Fuentes de Mediapro aseguraron a OKDIARIO que Gerard Romy era una pieza importante dentro del entramado de Mediapro, pero que cualquier decisión que adoptara siempre estaba condicionada a la última palabra de Roures: “Aunque fue uno de los fundadores del grupo audiovisual resulta imposible que pagara sobornos sin el conocimiento y el visto bueno de Roures”, manifestó un ex directivo de Mediapro que colaboró con el editor trotskysta.
El procesamiento de Remy coloca a Roures en una situación comprometida, sobre todo si decide llegar a un pacto con la Fiscalía de Brooklyn, para atenuar sus cargos, y decide implicar finalmente a su ex socio. Mediapro por el mismo caso ya se vio obligada a desembolsar una multa de 20 millones de euros impuesta por el tribunal neoyorkino. Por aquel acuerdo, Mediapro se comprometía a reconocer púbicamente que se declaraba culpable de la acusación de soborno.
Los hechos investigados por el FBI se remontan a una época en la que Romy era el CEO de Imagina/Mediapro y responsable directo de la filial Media World, en Miami. Tras estallar el escándalo se desprendió de sus acciones aprovechando el interés del grupo chino Orient Hontai por tomar el control de Mediapro. El holding está ahora participado en un 24 % por Jaume Roures y Tatxo Benet, en un 22,5 % por WPP y en un 53,5 % por la sociedad de Hong Kong, Orient Hontai.
Mediapro, que el año pasado celebró una fiesta multitudinaria en Port Aventura para celebrar su 25 aniversario, es el grupo audiovisual que detenta los derechos de retransmisión de la Liga en España, además de otras competiciones deportivas.
Sobornos en el mundo del fútbol
Tras la decisión del tribunal de Brooklyn, el director asistente del FBI, William F. Sweeney Jr. declaró: “La especulación y el soborno en el fútbol internacional han sido prácticas arraigadas y comúnmente conocidas durante décadas. Estos hombres, junto con el público en general, saben que el FBI de Nueva York y nuestros numerosos agentes de la ley están investigando los acuerdos ilícitos y los ‘apretones de manos’ en la trastienda, ocultos en la infraestructura de eventos de fútbol, sedes deportivas y contratos de comercialización (marketing). Los primeros cargos públicos se remontan a 2015. Esto debería ilustrar a todos los que todavía esperan ganar millones de forma corrupta, a quienes los vamos a descubrir”.
Las investigaciones, en las que han participado la Unidad del Crimen Organizado Euroasiático del FBI de Nueva York, el departamento para la Integridad en el Deporte y Juegos del FBI y la Oficina del IRS-CI de Los Ángeles, entre otros cuerpos policiales, han demostrado que los acusados “corrompieron a dirigentes y participaron en negocios del fútbol internacional con sobornos o comisiones ilegales, y se involucraron en tramas criminales fraudulentas que causaron un daño significativo al deporte del fútbol”.
Fuentes directivas del fútbol en España declararon a OKDIARIO que, con estas acusaciones, Mediapro debería ser expulsada del control televisivo de las competiciones futbolísticas: “No entiendo cómo nadie exige a la Liga que derogue su acuerdo con Roures. Si Rajoy fue expulsado de La Moncloa por cinco líneas de una sentencia ad hoc sobre la Gürtel, no tiene ninguna explicación que Roures siga retransmitiendo los partidos”.
El contenido del texto del comunicado del Departamento de Justicia de Estados Unidos aún es más concluyente cuando afirma: “De acuerdo con los cargos anteriores, la acusación alega que durante un período de más de dos décadas los acusados y sus colaboradores corrompieron la organización, vinculándola en diversas actividades criminales, incluyendo fraude, soborno y blanqueo de capitales”.
Y llega aún más lejos cuando mantiene: “Como se establece en la acusación, los demandados utilizaron sus posiciones en el mundo del fútbol internacional para participar en planes que involucran la solicitud, oferta, aceptación, pago y recepción de sobornos y comisiones ilegales, principalmente para obtener derechos de transmisión lucrativos para varios torneos internacionales de fútbol y eventos deportivos”.
Alto ejecutivo de Imagina
A Romy lo presentan como “un ejecutivo de alto rango y accionista de Imagina, un conglomerado de medios privados con sede en Barcelona, España, que poseía varias subsidiarias en todo el mundo, incluso en los Estados Unidos”.
Según los fiscales, la mano derecha de Roures participó en la trama para pagar millones de dólares a altos funcionarios de la Unión de Fútbol del Caribe (CFU) y de federaciones de la Unión de Fútbol Centroamericano (UNCAF), que operaban bajo el paraguas de la CONCACAF. Siguiendo sus planes, Romy y “sus conspiradores” acordaron pagar a Jeffrey Webb, un alto cargo de la CFU y presidente de la CONCACAF.
A Romy y a Full Play, una compañía de marketing deportivo constituida en Uruguay, los fiscales americanos le aplican la ley federal RICO (Racketeer Influenced and Corrupt Organizations Act- Ley de Chantaje Civil, Influencia y Organizaciones Corruptas) que fue aprobada para combatir a la Mafia en 1970.
Para la Fiscalía de Nueva York, Remy y otros de los encausados formaban una trama que incluían el uso de compañías fantasmas en paraísos fiscales, contratos de consultoría simulados y otros métodos de ocultación para disfrazar los sobornos y hacerlos parecer legítimos.
Los hechos se remontan al año 2012 cuando Romy negoció para Imagina el contrato de las eliminatorias de la CONCACAF la empresa brasileña Traffic, que ya ha sido declarada culpable en el caso. Durante las conversaciones, Romy y Mediapro decidieron pagar el 50% del soborno al presidente de la CONCACAF, Jeff Webb, que ascendía a 3 millones de dólares.
Y transcurrieron de la siguiente forma, según fuentes internas de Mediapro: “Después de engañar a sus ejecutivos de Miami y hacerles firmar el contrato sin tener ellos ningún conocimiento del soborno, les indicó que ellos organizaran el pago, a lo que se negaron. Ante esa negativa, Romy se vio obligado a gestionar el pago a través de una empresa del grupo Mediapro en Europa, que fue la que transfirió el dinero del soborno”.
Todos esos datos aparecen en el sumario instruido en Nueva York en el que se acredita que el dinero de la coima salió de Mediapro a través de la filial portuguesa Medialuso.
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