[Vídeo] Leopoldo López grita desde la cárcel a su esposa: «¡Me están torturando! ¡Lilian, denuncia!»
Son más de tres años encerrado aislado en lo alto de una torre herrumbrosa de una cárcel militar lejos de los suyos. Leopoldo López sufre torturas casi a diario en prisión. En decenas de ocasiones, su esposa, Lilian Tintori, ha denunciado los registros de madrugada, las prohibiciones para verlo, el bloqueo a sus abogados e incluso ha llegado a temer por su vida. No hay semana en que no haya un indicio y denuncia de torturas al líder de la oposición democrática venezolana por parte de los funcionarios carcelarios a las órdenes de la dictadura de Nicolás Maduro. pero esta vez ha sido en directo. Tintori ha compartido un vídeo en sus redes sociales en el que se oye a López gritar: «¡Me están torturando! ¡Lilian, me están torturando, denuncia!»
El líder de Voluntad Popular, Leopoldo López, el preso político más famoso del mundo, fue condenado a casi 14 años de prisión por su supuesta traición a la patria e instigación al delito con resultado de 43 muertes. Pero las pruebas fueron inventadas en el juicio y los testigos mintieron, como reconoció el propio fiscal del caso, Franklin Nieves, una vez que pudo huir a Estados Unidos…
#URGENTE: Leopoldo grita desde Ramo Verde. Denuncio que a Leopoldo lo están torturando. Por favor RT/ LT pic.twitter.com/9A8PU4jz3Z
— Leopoldo López (@leopoldolopez) June 23, 2017
Ha pasado sólo un mes desde que Tintori movilizó al mundo entero día tras día, durante 78 jornadas, porque no le dejaban ni a ella ni a sus abogados, ver a su marido. Se llegó a rumorear que había muerto, que estaba en un hospital ingresado. Y el antiguo número dos del régimen, Diosdado Cabello, emitió en su programa de televisión un vídeo con una supuesta fe de vida del preso.
Aquel vídeo «era un montaje» y no se reconocía verdaderamente a Leopoldo López, según denunciaron los miembros de su partido, integrado en la Mesa de Unidad Democrática (MUD), la plataforma opositora que saca a la calle cada día desde el 1 de abril a cientos de miles de venezolanos que resisten a la dictadura y reclaman libertad, elecciones, pan y medicinas.
Esta ola de protestas comenzó con el «autogolpe de Estado» del Tribunal Supremo de Venezuela, cuyos magistrados, elegidos a dedo por Maduro, usurparon los poderes de la Asamblea Nacional, único órgano democrático que resiste al dominio chavista de todas las instituciones.
Aquel día, «el pueblo despertó», como ha dicho en varias ocasiones Tintori. Y desde entonces, no hay fecha en la que las calles de Venezuela no se llenen de decenas de miles de personas para hacer caer al tirano y la opresión.
En estos ya casi tres meses de lucha pacífica, la dictadura ha respondido con una represión brutal que ha llevado al asesinato de al menos 75 personas por parte de las fuerzas maduristas y los colectivos irregulares armados y motorizados que le sirven de guardia pretoriana.
Mientras, el régimen se desmorona por dentro. Los chavistas de pura cepa Luisa Ortega Díaz, fiscal general del país, y Tareck William Saab, defensor del pueblo, han denunciado los excesos de Nicolás Maduro y se han enfrentado legal y públicamente a él.
Incluso un magistrado del Supremo, Danilo Mojica, llegó a rechazar en directo ante las cámaras el segundo «autogolpe», la convocatoria de una Asamblea Constituyente que pretende desmontar las instituciones y entregarle todo el poder al heredero de Hugo Chávez. Mojica reclamó «lecciones inmediatas» y la salida del presidente que ha hundido al país en la mayor crisis económica, social, política e institucional de su historia.