Turquía presume de músculo militar en Siria y Libia
Los actores internacionales presentes en los conflictos de Libia y Siria, especialmente Turquía, han aprovechado la pandemia del coronavirus para aumentar su influencia en regiones como Idlib, el último bastión rebelde en Siria, en el cual se concentra gran parte de la oposición al gobierno de Bashar al Asad. El presidente de la nación euroasiática, Recep Tayyip Erdogan, se ha dirigido este viernes a las unidades militares de su país presentes en Siria a través de una conversación telefónica con su ministro de Defensa, Hulusi Akar para destacar “la fuerza del Ejército turco”.
“Confío en que nuestra unidad y solidaridad hará que el mundo mire con admiración a Turquía y fortalecerá nuestra posición en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)”, ha subrayado Erdogan después de presumir del poder de su Ejército en naciones como Libia o Siria. “La solidaridad que demostramos con los hermanos de Libia, y los servicios de consultoría que proporcionamos, mostraron lo fuerte que es nuestro desempeño”, ha añadido. En respuesta, Hulusi Akar ha afirmado que “la moral del ejército turco está muy alta y que los miembros de las fuerzas armadas turcas están cumpliendo sus obligaciones al máximo”, según declaraciones recogidas por el medio Al Masdar News.
Sin embargo, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR, por sus siglas en inglés) ha informado de la muerte de un soldado turco este viernes en la carretera que conecta las ciudades de Idlib y Sarmin, cerca de un puesto de las milicias leales a Ankara en la zona. Este organismo con sede en Londres y una red de informantes en suelo sirio, observó una violenta explosión en la autopista internacional M4, que une Alepo con Latakia, causada por la detonación de un artefacto explosivo improvisado cerca de Ariha, justo en el instante en el que una patrulla turco-rusa patrullaba esta carretera. Este ataque -que ha herido a al menos otro soldado turco- se ha producido una semana después de que otro combatiente de la nación euroasiática perdiese la vida durante un asesinato en esta misma autopista.
Por su parte, la agencia de noticias siria SANA ha asegurado que varios mercenarios del régimen turco han resultado heridos este viernes durante enfrentamientos internos en la ciudad de Ras al Ain, al norte occidental de Hasaka. Estas luchas se han producido entre las milicias rebeldes de la llamada brigada de al-Hamzat y Ahrar Sharqiyah por acusaciones de traición, según ha relatado SANA quien ha hecho hincapié en que esta situación provocó el pánico entre los residentes de la zona.
“Estas disputas están provocadas por las diferencias que existen entre su forma de actuar y la política de liderazgo de la facción”, incidía el SOHR hace unas semanas después de que alrededor de 70 personas se retirasen de sus posiciones en el campo de Ras al-Ain, donde luchaban contra el Ejército sirio. A este descontento se suman las tensiones que se vienen produciendo entre los mercenarios turcos y los comandantes de las milicias pro-Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA, por sus siglas en inglés) en Libia; un distanciamiento que ha llevado a cerca de 700 mercenarios sirios a abandonar sus filas en la nación norteafricana.
No obstante, con la llegada del coronavirus, Ankara también ha querido ejercer su diplomacia humanitaria distribuyendo paquetes de alimentos a más de 120 familias en el norte de Siria. La Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD) turca ha distribuido ayuda en seis aldeas de Tal Abyad, según ha señalado la gobernación provincial de la provincia fronteriza de Sanliurfa en un comunicado que ha sido recogido por la agencia de noticias Anadolu. La COVID-19 es la responsable de la muerte de al menos seis personas en este país. Por esta razón, Ankara también ha distribuido mascarillas para evitar la propagación de este patógeno y juguetes para los más pequeños.
En este escenario de inestabilidad e incertidumbre, la UE ha decidido prorrogar un año más sus sanciones contra Al Assad y el régimen de Siria. El Consejo de la UE ha aprobado la extensión de un año más de las sanciones impuestas contra los miembros y partidarios del régimen de Assad, así como a entidades que se benefician de este régimen. Este organismo considera que este conflicto y el sufrimiento que está causando a la población del país constituyen la mayor catástrofe humanitaria del mundo. Más de 5,6 millones de personas han tenido que huir del país desde que comenzó el conflicto, mientras que 11,7 millones necesitan en estos momentos ayuda humanitaria para sobrevivir.