Riad y Ankara se reúnen por primera vez tras cinco años de ruptura

Turquia
El ministro turco de Exteriores, Mevlut Cavusoglu (izqda.) y su homólogo alemán, Heiko Maas.
  • Álvaro Escalonilla | Atalayar.com

El príncipe y ministro de Asuntos Exteriores saudí, Faisal bin Farhan, recibe este martes en Riad a su homólogo turco, Mevlüt Çavusoglu, con el objetivo de reanudar el diálogo entre ambos Estados y superar las diferencias que han provocado un impasse en sus relaciones desde 2016. La reunión pone fin a una sequía de cinco años sin encuentros oficiales entre Arabia Saudí y Turquía en mitad de los intentos del Gobierno turco por mitigar las tensiones con sus vecinos regionales.

El Ministerio de Exteriores de Turquía informó de la partida de Çavusoglu hacia el Reino mediante un escueto comunicado. A su llegada, el titular de política exterior del Gobierno turco declaró a través de Twitter que ya se encontraba en Arabia Saudí para “discutir nuestras relaciones bilaterales y tratar temas importantes relacionados con nuestra región”. “Especialmente los ataques a la Mezquita Al-Aqsa y la persecución del pueblo palestino”, agregó.

Fuentes del Ministerio filtraron a los medios que la visita de Çavusoglu respondería a una posible negociación para la venta de drones de propiedad otomana al Reino wahabí a petición de este último. En cualquier caso, el viaje del ministro está destinado principalmente a reparar las relaciones con Arabia Saudí y para acabar con el boicot que asola a la economía turca. Así lo reconoció el asesor del presidente Erdogan en declaraciones a la agencia Reuters, Ibrahim Kalin.

Las posiciones de Riad y Ankara han sido divergentes en materia de política exterior. El conflicto en Libia, donde Arabia Saudí ha respaldado al general Haftar y Turquía hace lo propio con el Gobierno de Acuerdo Nacional de Fayez al Sarraj, dilató las tensiones entre ambos. Por su parte, otro de los puntos de fricción ha sido el apoyo de Recep Tayyip Erdogan a los Hermanos Musulmanes, perseguidos por el régimen saudí.

Las relaciones con Qatar también han sido fuente de polémica entre ambos. Mientras que Arabia Saudí y sus socios regionales vetaron al Emirato por sus fuertes vínculos con el islamismo político, Turquía se posicionó del lado qatarí en la disputa en lo que los expertos interpretaron como el patrocinio de una agenda expansionista por parte del presidente Erdogan. Sin embargo, la normalización de las relaciones de Qatar con sus vecinos del Golfo en la cumbre de Al-Ula vuelve a poner al Emirato en una posición centrada.

Por este motivo, Qatar estaría desempeñando un papel de moderador y podría facilitar las conversaciones entre Ankara y Riad. La noticia de la visita del emir qatarí, el jeque Tamim bin Hamad Al Thani, la ciudad saudí de Yeda para reunirse con el príncipe heredero y gobernante de facto de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, parece apuntar en esta dirección.

Khashoggi, el cassus belli

Estas son las evidencias que prueban la disparidad de intereses en la región, sin embargo, el atroz asesinato del disidente Jamal Khashoggi a manos de un escuadrón enviado por el propio Mohamed bin Salman al Consulado saudí en Estambul en 2018 acabaron por dinamitar las relaciones bilaterales entre Ankara y Riad. Erdogan declaró que la orden expresa de matar a Khashoggi se originó en “los niveles más altos” del régimen saudí. Un informe de la CIA publicado en febrero confirmó las sospechas pese a la negación de Arabia Saudí.

A raíz de la desaparición del periodista saudí, la Justicia otomana inició una investigación judicial para esclarecer el caso. El procedimiento incoado por los tribunales turcos finalizó con la condena a penas de prisión para ocho personas involucradas en el asesinato de Khashoggi. Tan solo unos meses antes, Arabia Saudí celebró su propio juicio al respecto con otros ocho presuntos condenados. Kalin, el asesor del presidente turco, acogió con satisfacción el juicio celebrado en Arabia Saudí: “Han tenido un tribunal. Se han celebrado juicios”.

El ímpetu de Turquía para encontrar culpables irritó a Riad. El Reino decidió ejercer presión sobre las compañías saudíes para boicotear el sector comercial de Turquía. El hostigamiento en materia económica provocó una caída del 93% de las exportaciones turcas al régimen saudí respecto al año anterior entre los meses de enero y abril de este año, según recoge la Asamblea de Exportadores de Turquía (TIM). De forma simultánea, el volumen total del comercio con Arabia Saudí se desplomó de 1.000 a 67 millones de dólares.

Las consecuencias económicas no han sido las únicas en emerger de las tensiones. La erosión de las relaciones bilaterales se ha materializado también en el ámbito académico con el cierre de 16 centros educativos turcos en suelo saudí, ocho este año y otras ocho el curso pasado. El Ministerio de Educación del Reino hizo pública la decisión el pasado mes de abril ante la inoperancia del Gobierno turco. Además, el Ministerio saudí modificó los libros de texto para denominar como “ocupación” la presencia del Imperio Otomano de la península Arábiga en agosto de 2019.

Inmersa en una situación geopolítica compleja y con un rol inferior al de sus rivales, el Gobierno de Erdogan pretende incidir en una línea de recuperación y estabilización de sus relaciones bilaterales con los diferentes actores regionales. Por este motivo, Ankara trata de mostrar una imagen favorable en Oriente Medio, sobre todo con EAU y Egipto. El Gobierno turco ha mostrado especial atención a sus relaciones con este último, también aliado de Arabia Saudí.

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