La justicia británica señala a Putin como responsable del asesinato de Litvinenko
El presidente Vladimir Putin, «aprobó probablemente» el asesinato en Londres en 2006 del ex espía Alexander Litvinenko, señalan los resultados de la investigación británica sobre su muerte, provocada por un envenenamiento. Concretamente, el documento apunta a Nikolai Patrushev, director entonces del Servicio Federal de Seguridad (FSD).
Al frente de las averiguaciones ha estado el juez Robert Owen, quien junto con su equipo ha constatado que la operación habría partido del Estado y que la habrían llevado a cabo materialmente los agentes Andrei Lugovoi y Dimitri Kovtun con la contaminación con polonio-2010 del té que el objetivo tomaba en un hotel en Londres.
Tal fue la alteración de la bebida que el fallecido, empleado del MI6 y asesor de la policía española en la lucha contra la mafia rusa, tuvo que ser enterrado en un ataúd de plomo para evitar fugas radiactivas. Su crimen fue considerado el primer acto de terrorismo nuclear. Según Owen, era visto por sus presuntos verdugos como un «traidor».
Las primeras reacciones han sido de la parte señalada, el Kremlin, que niega responsabilidad alguna en los hechos y denuncia «sesgo político», y de Marina Litvinenko, esposa de la víctima, que reclama por lo pronto que se impida a los «individuos nombrados» viajar a Occidente y la imposición de «sanciones económicas concretas» al país.
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