Las partes del conflicto libio reanudan las conversaciones en Ginebra

Un nuevo intento para poner fin a casi una década de conflicto bélico en el país norteafricano .

Libia Turquía
Fayez Sarraj, presidente del Gobierno de Acuerdo Nacional de Libia

Este lunes se reanudaron las negociaciones intra-libias en Ginebra, con la reunión de la Comisión Militar Conjunta Libia (JMC) 5+5, bajo la dirección de la enviada especial interina de las Naciones Unidas (ONU), Stephanie Williams.

La reunión comenzó con la interpretación del himno nacional libio, según la agencia de noticias Anadolu, seguida de las palabras de apertura de Williams y los jefes de ambas delegaciones.

El trabajo del 5+5 JMC, la vía de seguridad es una de las tres vías intra-libias en las que la misión de apoyo de la ONU (UNSMIL) está trabajando para tratar de llevar la paz al país del norte de África.

Esta sería la cuarto ronda de conversaciones de la Comisión Militar Conjunta Libia. El lanzamiento de esta ronda de conversaciones está marcado por reuniones presenciales entre las delegaciones de las dos partes del conflicto. Las deliberaciones de esta ronda continuarán hasta el 24 de este mes, según UNSMIL.

En un comunicado, la misión de la ONU en Libia dijo que espera que las dos delegaciones lleguen a una solución a todos los problemas pendientes a fin de lograr un alto el fuego completo y permanente en el país norteafricano.

Las otras son vías económicas y políticas, que surgieron de la Conferencia de Berlín de 2020 sobre Libia a fines de enero, dijo la ONU. En este momento hay abiertas tres sendas de negociaciones en tres localizaciones distintas: en Ginebra, donde empezaron las negociaciones en febrero para pautar los primeros pasos a seguir. En Marruecos, Bouznika, se están dialogando los pactos de paz políticos y estructurales. Y en Egipto, Hurgada, donde se están poniendo en común los pasos a seguir para un alto el fuego y acordar una reestructuración militar y de seguridad.

Estas vías fueron apoyadas por la Resolución 2510 de 2020 del Consejo de Seguridad, que instó a ambas partes a llegar a un acuerdo para un alto el fuego permanente a sus años de conflicto.

A principios de octubre, António Guterres, secretario general de Naciones Unidas pidió el compromiso de la comunidad internacional con el embargo de armas decretado por el Consejo de Seguridad para intentar poner freno al conflicto que se ha convertido también en escenario de lucha entre diferentes países y potencias. “Las violaciones del embargo son un escándalo y ponen en tela de juicio el compromiso básico con la paz de todos los involucrados», dijo el secretario general antes de subrayar que «el envío de armas desde el extranjero y de otros apoyos militares deben parar inmediatamente».

En la misma línea se expresó el ministro de Exteriores alemán, Heiko Mass, quien en una entrevista hace unas semanas dijo que había sido testigo en los últimos días de posibles desarrollos positivos a través de negociaciones, y elogió las conversaciones de Montreux celebradas entre representantes de todas las partes y grupos libios relevantes, bajo los auspicios de Naciones Unidas.

Además, señaló que no habrá ningún incentivo para que las partes en el conflicto pongan fin a su comportamiento destructivo, si las partes interesadas no logran poner fin al flujo contante de armas, equipo militar y personal.

Posible resolución

Tras nueve años de enfrentamientos y un país completamente dividido, los libios parecen que van recobrando poco a poco la esperanza de celebrar elecciones y conformar una nueva Constitución que ponga fin al conflicto.

El país libio se encuentra dividido desde las revueltas de 2011 impulsadas por la Primavera Árabe. Tras la muerte Muamar el Gadafi, las crisis energética, económica y sanitaria pesan en los ciudadanos que llevan desde agosto manifestándose en las calles contra ambos Gobiernos enfrentados.

Actualmente Libia tiene dos Gobiernos: el Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA), dirigido por el primer ministro Fayez Sarraj, y el Parlamento oriental de Tobruk, creado en 2014 y asociado al Ejército Nacional de Libia (LNA) comandado por el mariscal Jalifa Haftar.

En los últimos meses, la producción de petróleo, clave para la economía libia, se ha triplicado debido al levantamiento parcial del bloqueo de las instalaciones energéticas por parte de Haftar. El bloqueo, que comenzó en enero, provocó una caída del bombeo de Libia desde cerca de los 1,2 millones de barriles al día a apenas 100.000.

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