Pánico en Nueva York por una plaga de abejas en Times Square
Un enjambre de centenares de abejas invadieron el corazón de la ciudad de Nueva York, Times Square, el pasado 9 de junio. Los pequeños insectos sobrevolaron las calles y se posaron en uno de los rascacielos de la zona. La situación ha llegado a tal punto que los servicios de emergencia tuvieron que intervenir para retirarlas y que no ocasionasen daños a la población.
La policía tuvo que acordonar la zona para que los especialistas apicultores del servicio de emergencias pudieran retirarlas. El descontrolado enjambre dejó imágenes curiosas como la de un carrito de perritos calientes con sombrilla con cientos de abejas posadas encima.
Miles de abejas que se posaron sobre un carrito de hotdogs en Times Square, en Nueva York, causaron alarma esta tarde, antes de ser removidas por las autoridades. 🐝😱🐝
📸AP y Reuters pic.twitter.com/K4xdKo37P2— Reforma Internacional (@reformainter) August 28, 2018
Algunos usuarios se han hecho eco de la noticia a través de redes sociales llegando a publicar mensajes apocalípticos: «La Naturaleza reclamará lo suyo. De una u otra forma».
La Naturaleza reclamará lo suyo. De una u otra forma. https://t.co/tCYqZl4Hpa
— Cesar B. Abogado (@abogadhillo) June 12, 2023
Pero, ¿como evitar que nos piquen las abejas? Cabe decir que su picadura no es tan «venenosa» o «agresiva» como la de las avispas, pero eso no quiere decir que no nos pueda hacer reacción y que podamos pasar un mal rato e incluso sufrir algo grave si somos alérgicos.
La abeja nos pica mediante su aguijón retráctil, ubicado en la parte posterior de su abdomen. Este es áspero: una vez plantado en una epidermis, la abeja ya no puede quitarlo, el aguijón se desgarra con la bolsa de venenoque queda dentro de la piel mientras que la vive apenas unas horas más tras haber picado. Por lo tanto, solo puede picar una vez, a diferencia de los avispones o avispas, cuya picadura es suave y puede picar más de una vez.
Si queremos evitar que las abejas nos piquen, la clave está en no cruzarnos con ellas y aunque la mayoría de las veces el encuentro es casual, debes saber que las abejas no se alejan mucho de su colmena por lo que normalmente, somos nosotros los que «invadimos» sin ser conscientes su espacio.
Así, la abeja no pica por simple agresividad o gratuitamente, sino que en realidad lo que hace es defenderse o proteger su colmena. Por lo tanto, rara vez pica lejos de la colmena, como mucho cuando se encuentra atascada en los pliegues de una prenda o atrapada en el cabello. Lo que tenemos que hacer entonces es liberar a la abeja atrapada del pelo o la ropa para evitar la picadura.
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