Un padre finge su muerte y aparece en su funeral en helicóptero para comprobar quién le quería más
Un hecho surrealista ha tenido lugar en Bélgica cuando un tiktoker fingió su propia muerte para saber cuántas personas acudían a su funeral. El hombre acudió a sus exequias en helicóptero ante la sorpresa de todos sus familiares. Cabe decir que sus hijos y su mujer fueron cómplices de la broma pesada.
Todo el engaño comenzó con una esquela que una de sus hijas publicó en rede sociales comunicando el fallecimiento de su padre. «Descansa en paz papi. Nunca dejaré de pensar en ti”, escribió la joven.“¿Por qué la vida es tan injusta? ¿Por qué tú? Ibas a ser abuelo, y aún tenías toda la vida por delante. ¡Te amo! ¡Te amamos! Nunca te olvidaremos”, añadió.
El supuesto fallecido David Baerten, de 45 años, que es creador de contenidos en redes sociales y se hace llamar Ragnar le Fou en la red, lo orquestó todo con su mujer e hijos como cómplices, para gastar una broma a sus seres queridos y ver quién se preocuparía realmente por él. La familia llegó a celebrar un falso funeral en la ciudad de Lieja al que asistieron decenas de amigos y familiares, compungidos y vestidos de negro. Baerten defendió su iniciativa al decir que «lo que veo en mi familia muchas veces me duele, nunca me invitan a nada, todos nos distanciamos, no me sentía apreciado. Es por eso que quería darles una lección de vida y mostrarles que no deben esperar hasta que alguien esté muerto para reunirse con él».
Este caso contrasta con otro en el que una mujer sí que había sido dada por fallecida pero que finalmente resucitó. En este sentido, OKDIARIO publicó el pasado 14 de junio que una anciana ecuatoriana de 76 años resucitó en mitad de su velatorio después de que hubiese sido certificada su muerte tras sufrir un derrame cerebral y un paro cardiorespiratorio. Su fallecimiento se produjo en un hospital cercano a su domicilio donde los médicos intentaron reanimarla por todos los medios sin éxito. Por ello llegaron a la conclusión de que Montoya había fallecido y así se lo comunicaron a su familia. Su hijo, Gilberto Barbera, explicó el extraño suceso de esta forma: «Después de unas cinco horas de velatorio, el ataúd empezó a hacer ruidos.Mi mamá estaba envuelta en sábanas y golpeando el ataúd, y cuando nos acercamos pudimos ver que respiraba con dificultad».
La noticia, llegó al Ministerio de Sanidad de Ecuador, quienes abrieron una investigación para comprender cómo pudieron dar por muerta a la mujer. Concretamente, la administración del estado ecuatoriano anunció que «para analizar este caso a profundidad el Ministerio de Salud Pública conformó un Comité Técnico Nacional e iniciará una auditoría médica para establecer responsabilidades ante la supuesta confirmación de la muerte».