Oleada de apoyo internacional al rey Abdalá II de Jordania tras el intento de golpe de Estado

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El intento de golpe de Estado denunciado en Jordania ha provocado una oleada de apoyo internacional al rey Abdalá II, cuyo país es una pieza fundamental en el equilibrio de fuerzas de Oriente Medio.

El primer llamamiento a Abdalá II provino de otro reino, Marruecos, según Rabat. El rey marroquí Mohamed VI, que llegó al poder en 1999 al igual que Abdalá II, dijo tener «una solidaridad plena y natural» y «un apoyo total a todas las decisiones tomadas» por el gobernante jordano. «Esta entrevista telefónica fue una oportunidad para que su majestad el rey Mohamed VI se asegurase de la situación en base de los datos que el soberano de Jordania compartió con él», según informó un comunicado del Gabinete Real marroquí. Horas antes del comunicado del Gabinete Real, el Ministerio de Exteriores marroquí publicó otra nota en la que manifestó el firme apoyo de Marruecos a las decisiones tomadas por el monarca jordano.

Así mismo, Estados Unidos quiso respaldar al soberano hachemí tras conocerse en la noche del sábado la desarticulación del presunto complot, en el que el Gobierno de Aman implica al príncipe Hamzah bin Husein, exheredero y hermanastro del actual monarca. «El rey Abdalá es un socio clave de Estados Unidos y tiene todo nuestro apoyo», precisó en un comunicado el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, que agregó que «seguimos de cerca los informes y estamos en contacto con los funcionarios jordanos».

El secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abulgueit, expresaba, también en un comunicado, «la solidaridad total con las medidas que tomó el liderazgo jordano para mantener la seguridad del reino y preservar la estabilidad» en el país.

Las monarquías del Golfo salieron en bloque para respaldar a Abdalá II, y «la seguridad y estabilidad» de su reino.

Arabia Saudí, un peso pesado de la región y gran aliado de Estados Unidos, como Jordania, fue la primera en reaccionar. El palacio real expresó en Twitter su «pleno apoyo a todas las decisiones y medidas que tomen el rey Abdalá II bin al Husein y su alteza el príncipe heredero, Al Husein bin Abdalá II, para mantener la seguridad y la estabilidad», según recogió la agencia oficial SPA.

Prácticamente las mismas palabras empleó Emiratos Árabes Unidos en un comunicado difundido por la agencia WAM, apoyando «todas las decisiones y medidas» del monarca jordano para «proteger la seguridad y la estabilidad de Jordania y preservar sus logros».

Kuwait, Qatar, Baréin y Omán, emitieron también en las últimas horas muestras de apoyo al soberano hachemí.

El Ministerio de Exteriores de Irak afirmó en una declaración «estar del lado del reino jordano liderado por su majestad el rey Abdalá II en cualquier paso que se dé para preservar la seguridad y estabilidad de país y atender los intereses del pueblo hermano».

Y un portavoz de presidencia egipcia expresó el apoyo de El Cairo «al reino jordano hachemita hermano, y a su liderazgo representado en su majestad el rey Abdalá II bin al Husein».

En el Líbano, el presidente Michel Aoun expresó su solidaridad con «el pueblo y el rey» de Jordania ante «cualquier cosa que pueda afectar a la estabilidad y la seguridad» del reino.

A la ola de solidaridad se sumaron Turquía e Irán, potencias regionales islámicas pero que no pertenecen al mundo árabe.

El Gobierno turco expresó su «enérgico apoyo» a Abdala II en un comunicado de su cartera de Exteriores en el que advierte que «seguimos con preocupación los sucesos alrededor de la detención de cierto número de personas en Jordania». «Consideramos que la paz y la estabilidad de Jordania, país clave para la paz en Oriente Próximo, no se puede separar de la paz y estabilidad de Turquía», se recuerda en el texto.

En paralelo, el Ministerio de Exteriores de Irán subrayó asimismo «la importancia de la paz y la estabilidad» de Jordania. «La República Islámica de Irán se opone a cualquier injerencia extranjera y cree que todos los asuntos internos de los países deben solucionarse en el marco de la ley», dijo el portavoz de Exteriores, Said Jatibzadeh, quien advirtió en un comunicado que cualquier inestabilidad interna o tensión en la región de Asia Occidental «beneficia al régimen sionista (Israel)».

En semejantes términos se pronunció precisamente Israel, cuyo ministro de Defensa, Beny Gantz, consideró que las recientes detenciones en Jordania son «un asunto interno» del país vecino, del que, no obstante, destacó que es «un aliado estratégico» con el que el Estado judio tiene «relaciones pacíficas». En rueda de prensa, Gantz remarcó el interés de su país en que Jordania se mantenga «fuerte y próspera», lo que consideró clave para la seguridad israelí y los intereses económicos mutuos. Por lo que, añadió, Israel debe hacer «todo lo necesario para mantener esa alianza que dura» desde hace casi tres décadas, cuando ambos países firmaron un acuerdo de paz y establecieron relaciones diplomáticas: tras Egipto, que lo hizo en 1979, Jordania fue el segundo país árabe que, en 1994, reconoció al Estado judío.

Por otro lado, Rusia  quiso expresar su apoyo “a los esfuerzos de las autoridades legítimas de Jordania y personalmente del rey Abdalá II dirigidas a garantizar la estabilidad y el orden internos», afirmó el Ministerio de Exteriores de Rusia en un comunicado. Moscú confirmó «la disposición invariable» a continuar la cooperación conjunta con el régimen «dirigida a fortalecer las relaciones tradicionalmente amistosas entre Jordania y Rusia en beneficio de los pueblos de ambos países, la paz y seguridad en el Oriente Medio».

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