Nicolás Maduro lleva meses dialogando con Estados Unidos

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Nicolás Maduro.
  • Javier García Gómez / ATALAYAR.COM

Nicolás Maduro ha confirmado que miembros de su Ejecutivo están manteniendo contactos con “altos funcionarios” del Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Así lo ha declarado este martes el presidente de Venezuela en un acto retrasmitido por radio y televisión: “Confirmo que desde hace meses hay contactos de altos funcionarios del Gobierno de Estados Unidos de Donald Trump con el Gobierno bolivariano que yo presido”. El acercamiento se ha producido por “su autorización expresa y directa” mediante “varios contactos y varías vías, para buscar regular este conflicto”, añadió.

Además, Maduro afirmó que los contactos con EEUU se han realizado desde hace meses. “Así como he buscado el diálogo en Venezuela, he buscado la forma de que el presidente Donald Trump escuche a Venezuela de verdad”, aclaraba. “Si el presidente algún día quisiera hablar seriamente y hacer un plan para regularizar y resolver este conflicto, estamos preparados siempre para dialogar”.

De esta forma, Maduro ha confirmado las filtraciones publicadas por la agencia AP que rondaban por medios de comunicación estadounidenses en los últimos días. En estos textos se apuntaba a que Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Constituyente creada por Maduro y uno de los mandatarios más poderosos dentro del equipo de gobierno venezolano, ha estado en estos últimos meses teniendo rondas de contacto secretas con la Administración Trump, por las que el Ejecutivo norteamericano quiere garantizar que el Gobierno bolivariano no se enfrentará a represalias si cedían a las crecientes demandas de expulsarlo del poder, según comunicó de forma anónima un alto funcionario de EEUU.

Diosdado Cabello ha ido aumentando su influencia dentro de las fuerzas del Ejecutivo de Maduro en los últimos meses, a la par que las del presidente venezolano parecen ir haciéndose más pequeñas. Sin embargo, Cabello ha sido acusado por funcionarios estadounidenses de estar detrás de casos de corrupción masivos e incluso amenazas de muerte a un senador norteamericano. El alto funcionario afirmó que EEUU no está buscando apoyar a Cabello o que en un futuro sea el sustituto de Maduro, sino que el objetivo de las conversaciones es aumentar la presión sobre el Ejecutivo chavista.

Según ha informado el pasado domingo el medio AXIOS, por otra parte, Cabello ha estado comunicándose con el principal asesor del presidente estadounidense para América Latina, Mauricio Claver-Carone. Altos funcionarios del Gobierno de Trump han señalado estas conversaciones como positivas, debido a que han mostrado que el círculo de Maduro estaba “rompiéndose gradualmente”. La Administración de Donald Trump, además, ha sopesado llevar el bloque económico a otro nivel con el envío de navíos estadounidenses a la línea de costa venezolana para cortar el paso a la salida y entrada de bienes al país sudamericano, aunque oficiales del Pentágono han afirmado que no está en los planes inmediatos tomar esta decisión radical, ya que la han definido como poco práctica, no tiene base legal y las fuerzas navales de EEUU ahora mismo están concentrando su fuerza en aguas chinas e iraníes. El Gobierno de EEUU ya se ha mostrado preparado para la caída final de Maduro en la Conferencia Internacional sobre la Democracia en Venezuela que se celebró hace unas semanas en Lima.

Observadores sobre Venezuela han afirmado que el objetivo aparente de las comunicaciones y el envío de informes es el de desestabilizar al Gobierno de Venezuela y aumentar la crisis dentro del círculo íntimo de Maduro, avivada por el escepticismo y paranoia del presidente respecto de sus miembros. Christopher Sabatini, investigador para América Latina del grupo de expertos Chatham House, ha contado a The Guardian que cree “que lo que Estados Unidos está tratando de hacer es una especie de actividad psíquica, tratando de sacudir a la gente dentro de la Administración de Maduro”.

Crisis económica

Mientras tanto, Venezuela sigue sumida en un periodo de hiperinflación y pérdida del poder adquisitivo de sus ciudadanos, pese a que se cumpla un año del plan de “recuperación económica” que el Gobierno de Maduro presentó para hacer frente a la crisis. Sin embargo, parece que no estar teniendo resultados: el salario mínimo mensual en Venezuela llegó a su punto más bajo de la historia del país con 2,73 dólares según la tasa oficial.

Con el salario mínimo de 40.000 bolívares, que se traducen en poco más de 3 dólares, los venezolanos se ubican muy por debajo del umbral de la miseria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Con este sueldo, los ciudadanos de Venezuela apenas pueden un comprar un cartón con 30 unidades de huevos, según datos de la ONU.

Ante esta situación, los billetes con representación más baja han dejado de utilizarse. Con la hiperinflación de Venezuela estimada en 1.579,2% resulta imposible pagar con billetes de 2, 5, 10, 20 o 50 bolívares, pues tienen un valor tan bajo que incluso han terminado en la basura. El Banco Central de Venezuela ya anunció en junio pasado la incorporación de tres nuevos billetes de 10.000, 20.000 y 50.000 bolívares que equivalen a 0,69 dólares, 1,38 dólares y 3,45 dólares.

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