Internacional
Conflicto en Oriente Próximo

Israel intensifica su invasión del sur de Líbano y los bombardeos en Beirut tras el ataque de Irán

El Ejército de Israel lanza más de una decena de bombardeos durante la madrugada en los suburbios de Beirut

Irán dice que su "acción ha concluido" a no ser que Israel "invite a nuevas represalias"

El miedo a una guerra total en Oriente Próximo es cada vez mayor. Irán ha atacado con más de 200 misiles a Israel como represalia a las operaciones que el país hebreo está manteniendo contra los terroristas de Hamás en la Franja de Gaza y de Hezbolá en Líbano. Israel ya ha anunciado que el ataque de Irán tendrá consecuencias y las primeras se han visto durante esta madrugada: el país liderado por Benjamín Netanyahu ha intensificado su invasión terrestre del sur de Líbano y ha bombardeado con más fuerza Beirut.

El Ejército de Israel ha lanzado más de una decena de bombardeos contra los suburbios del sur de la capital de Líbano, Beirut, bastión de los terroristas de Hezbolá. Además, también han atacado la ciudad de Jiam, en el sur, y Baabek y Becá, en el este. De momento, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han anunciado «ataques contra objetivos terroristas en Beirut», si bien no han dado más detalles sobre sus operaciones lanzadas durante la noche, de las que se desconoce también por ahora el balance de víctimas.

Por su parte, Irán dice que su «acción ha concluido» a no ser que Israel «invite a nuevas represalias». El ministro de Exteriores iraní, Abbas Aragchi, ha justificado así el brutal ataque a Israel: «Hemos ejercido la legítima defensa en virtud del artículo 51 de la Carta de la ONU, atacando únicamente encargados del genocidio en Gaza y Líbano. Lo hemos hecho después de ejercer una enorme moderación durante casi dos meses para dar espacio a un alto el fuego en Gaza. Nuestra acción ha concluido a menos que el régimen israelí decida invitar a nuevas represalias».

Estas palabras llegan después de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, haya advertido a Teherán de que ha cometido «un grave error» y ha avisado que «pagará» las consecuencias. El jefe de la diplomacia iraní ha advertido de que «en ese caso» su «respuesta será más contundente y poderosa»: «Los partidarios de Israel tienen ahora la gran responsabilidad de frenar a los belicistas de Tel Aviv en lugar de participar en su locura».

El balance en Líbano

Israel ya ha conseguido liquidar por completo a la cúpula de los terroristas de Hezbolá en Líbano. Sus operaciones están logrando causar importantes bajas en las filas de los terroristas. Durante la jornada anterior se registraron 55 muertos y 156 heridos en todo el país e Israel ha matado a más de un millar en las últimas dos semanas, incluido el líder de Hezbolá, Hasán Nasralá.

Además, las FDI han anunciado la muerte de un alto mando de Hezbolá, Alfakar Hanawi, en un ataque en Beirut, a quien acusan de haber estado a cargo de la ingeniería de la unidad Aziz y de las fuerzas de Hezbolá en la región de Alepo. También fue comandante de la división Iman Hossein, «con el pleno apoyo de (el general iraní muerto en un bombardeo de EEUU en Irak) Qasem Soleimani y Hasán Nasralá».

Horas antes, habían informado de la muerte de otro comandante de Hezbolá, identificado como Mohamed Yafar Kasir, que pertenecía a la unidad 4400 de Hezbolá, que se dedica a entregar armas desde Irán a territorio libanés. Estaba involucrado en cientos de operaciones de contrabando y fue responsable de transferencias financieras desde Irán y Siria hacia Líbano «por valor de cientos de millones de dólares cada año» para las actividades de la milicia.

Hezbolá bombardea desde hace casi un año el norte de Israel en solidaridad con la Franja de Gaza, provocando muertes y la evacuación de miles de personas. Israel ha respondido a estos ataques y ha intensificado sus operaciones contra el grupo, lo que ha provocado que decenas de miles de libaneses y sirios hayan huido del país, la mayoría cruzando la frontera hacia Siria. Esta semana, el Ejército israelí ha iniciado la invasión de Líbano, sosteniendo que se trata de una ofensiva terrestre «selectiva y delimitada».