Irán, China y Rusia preparan ejercicios navales en el océano Índico
Irán, China y Rusia ultiman la ejecución de maniobras navales conjuntas en el océano Índico que darán comienzo en las próximas horas y se extenderán durante cuatro días. El objetivo de esta operación, la primera de su tipo y denominada Cinturón de Seguridad Marina, es el de fortalecer la vigilancia y la seguridad al norte del Índico, según ha asegurado la Administración iraní.
La República Islámica de Irán explicó esta actividad por la necesidad de fomentar la seguridad ante los intentos de desestabilización en la región de Oriente Medio.
En este sentido, el mayor general Abdul Rahim Musaví, comandante del Ejército iraní, indicó que “los ejercicios muestran la determinación de los países que buscan la seguridad en la región, contra aquellos países que después generan inestabilidad”, según afirmaciones recogidas por la agencia de noticias iraní ISNA.
El portavoz castrense explicó que espera que “los enemigos saquen lecciones de los mensajes de los ejercicios”, en clara referencia a Estados Unidos y su principal socio en la región, Arabia Saudí.
Por su parte, ya en línea más política, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Mohammad Yavad Zarif, reseñó que estos simulacros no están enfocados en sí contra terceros países, sirviendo únicamente a la cooperación y entrenamiento conjunto de los tres países implicados para preservar la seguridad de la zona.
Serguei Lavrov, ministro de Exteriores de Rusia, incidió en esta línea al manifestar que las maniobras militares se centrarán, además, en la lucha contra el terrorismo y la piratería. En este punto cabe remarcar que los ejercicios militares navales se extenderán al golfo de Omán, área donde se han venido registrando diversas acciones de piratas.
Este ejercicio naval da comienzo este viernes 27 de diciembre y fue planificado durante el mes de septiembre pasado por las tres naciones implicadas.
A principios de este mes de diciembre hubo una importante reunión entre el contraalmirante Hosein Janzadi, jefe de la Marina persa, y el teniente general Shao Yuanming, vicejefe del Estado Mayor del Comando Conjunto de la Comisión Militar Central de China, en la que se fueron ultimando detalles de la operativa. Hosein Janzadi explicó que el objetivo de la misión es el de “garantizar la seguridad colectiva y ayudar a fortalecer la vigilancia en la región norte del océano Índico, donde se han registrado varios incidentes, como los relacionados con la piratería”; incidiendo así en el argumento utilizado por el canciller ruso Lavrov.
El director de la Marina iraní también expresó hace unas semanas que la Armada de su país busca colaborar con China en la producción conjunta de destructores y submarinos, además de intercambiar datos sobre la lucha contra la piratería y otros aspectos técnicos, según información de la agencia semioficial iraní Fars.
Cabe destacar que representantes navales rusos y chinos han estado visitando Irán con asiduidad en los últimos tiempos, algo que se ha visto reflejado ahora con los ejercicios que darán comienzo en breve.
Estos ensayos en aguas del Índico llegan en respuesta al despliegue de fuerzas por parte de Estados Unidos en Oriente Medio tras los ataques recibidos por su aliado Arabia Saudí en infraestructuras petrolíferas y aeroportuarias propias, atribuidos a agentes proiraníes y cuya autoría fue negada por las autoridades del régimen de los ayatolás.
Teherán ha buscado de esta manera intensificar su cooperación militar con Moscú y Pekín en una última etapa de inestabilidad en Oriente Medio; la cual arranca con las sanciones políticas y económicas que le impuso EEUU a Irán por el incumplimiento de términos del pacto nuclear firmado en 2015 entre estos dos países junto con Rusia, China, Francia, Alemania y Reino Unido, el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés), por el que se limitaba el programa nuclear iraní a cambio de beneficios políticos y económicos.
El Gobierno norteamericano de Donald Trump se salió de este acuerdo en 2018 y decretó las medidas punitivas contra el Estado persa, entre las que destacaban sobremanera las relacionadas con el comercio de su crudo, principal fuente de ingresos de la nación iraní.
Ante esta determinación respondió Irán, y su propio presidente, Hasan Rohaní, anunció que seguirían comerciando con su petróleo y amenazó con bloquear el estrecho de Ormuz, principal zona de paso del comercio petrolero mundial.
A partir de ahí se fueron sucediendo episodios de incidentes relacionados con buques cargueros en aguas del Golfo y ofensivas contra intereses en territorio saudí, de los que se responsabilizó a Irán y a milicias vinculadas a este, como la de los hutíes, chiíes que luchan en la guerra de Yemen para socavar el Gobierno establecido y para hacer frente al expansionismo de la rama suní del islam (de la que es principal representante Arabia Saudí), gran rival de la confesión chií, encabezada en este caso por Irán. Mientras, por su parte, el régimen persa rechazó estar detrás de todos estos episodios.
De hecho, en las resoluciones de las pasadas Cumbres de La Meca, auspiciadas por Arabia Saudí y organizadas por el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) y la Liga Árabe, se acusó a Irán de “amenazar la seguridad mundial”; tesis apoyada por la práctica totalidad de la comunidad árabe y de la que se acabó desmarcando únicamente Qatar, nación más vinculada ahora a Irán y Turquía, países a los que se aproximó diplomática y comercialmente debido al bloqueo político y económico que le impusieron en 2017 el reino saudí, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Bahréin y Egipto por entender que las autoridades qataríes apoyan a grupos terroristas, como los Hermanos Musulmanes, y se inmiscuyen en los asuntos internos de otros Estados.
Con el anuncio de estas últimas maniobras militares conjuntas entre Irán, Rusia y China se vuelve a poner de manifiesto el enconamiento de posiciones entre Estados Unidos y sus socios en Oriente Medio (como Arabia Saudí o EAU) y la nación persa, apoyada por otros aliados como Qatar y Turquía, rivales de los intereses norteamericanos y saudíes.