Cientos de cisnes drogados con amapolas son incapaces de alzar el vuelo y tienen que ser desintoxicados

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Rodrigo Villar

Los cisnes también se drogan. Al menos eso ha ocurrido en un campo de amapolas de Eslovaquia donde cientos de estas aves han consumido hasta cinco hectáreas de esta flor y se han vuelto adictas a su sustancia psicotrópica. Cabe decir que de esta planta se extrae el opio y la heroína,  potentes drogas que relajan el sistema nervioso central.

Ante tal plaga, los cultivadores de la amapola han tenido que sacar a estos animales de los campos para que no siguieran comiendo sin límite. Las aves, que llegaron el pasado mes de febrero a los campos, estaban en tal estado de embriaguez que no podían alzar el vuelo ni un metro. Por ese motivo fueron los mismos agricultores los que rescataron a los cisnes de los cultivos. Ahora bien, se resistieron e intentaron escapar para no ser cogidos mientras seguían comiendo flores.

Uno de los trabajadores de estos campos llamado Bàlint Pem ha comentado la surrealista escena. «Desgraciadamente no podían volar, si lo hubieran hecho no tendríamos que rescatarlos». Una vez rescatados fueron sometidos a un proceso de desintoxicación por drogas en una localidad cercana.

Según opina Pem, seguramente los pájaros no llegaron al lugar por las amapolas, sino por los enormes charcos de agua que aparecieron en el lugar tras fuertes lluvias. Las aves, al tener hambre y sed, encontraron estos campos como un lugar atrayente para alimentarse y guarecerse. Los cisnes confundieron la siembra de invierno que buscaban con la amapola. “Cada parte de la planta de la amapola, aparte de las semillas, es tóxica. Los cisnes ignoran estos y se lastiman a sí mismo”, ha dicho el agricultor.

El cisne es una gran ave que en la edad adulta puede medir 1,5 metros de largo y pesar 15 kilos en el caso de los machos. Las hembras son mucho más pequeñas, y por lo general se quedan en los cuatro kilos de peso. Al igual que ocurre con otros animales, existen diferentes especies de cisnes, así que el tamaño puede variar de una a otra.
En lo que respecta a su comportamiento, a simple vista transmiten una gran confianza y tranquilidad. Pero la realidad es muy distinta, y es que los cisnes tienen un carácter muy fuerte, sobre todo cuando tienen que proteger sus nidos. La hembras pueden llegar a ser especialmente feroces ante cualquier amenaza sobre sus crías.

Una de las principales características de los cisnes tiene que ver con los sonidos que son capaces de emitir. Salen desde la zona de la tráquea, y se oyen como gruñidos o ronquidos muy leves.

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