Ascienden a 14 los muertos en el accidente aéreo de Kentucky
Una nueva víctima hallada eleva el balance de la catástrofe del avión que se estrelló tras despegar del aeropuerto de Kentucky

La catástrofe aérea que ha sacudido a Estados Unidos esta semana cobra una nueva víctima. Las autoridades de Louisville han confirmado este viernes por la noche el hallazgo de un decimocuarto fallecido en los restos del avión de carga que se estrelló el pasado miércoles tras despegar del Aeropuerto Internacional Muhammad Ali de la ciudad de Kentucky.
«Esta noche se ha encontrado a otra víctima en el lugar del accidente. Con esta, el número total de fallecidos confirmados asciende a 14. Que su memoria sea una bendición», ha comunicado el alcalde Craig Greenberg a través de sus redes sociales.
Los equipos de emergencia localizaron el cuerpo a última hora del viernes, elevando así el balance que se había mantenido en trece víctimas mortales durante las últimas 48 horas. Más de 100 efectivos permanecen desplegados en la zona del siniestro, donde las labores de aseguramiento y búsqueda prosiguen sin descanso.
«Pedimos que no se pierdan más víctimas mientras nuestros rescatistas continúan la búsqueda y buscan respuestas que todos anhelamos», ha manifestado Greenberg, dejando entrever que las autoridades no descartan encontrar más fallecidos entre los restos de la aeronave.
La situación en el lugar del accidente continúa siendo compleja. Varios focos de incendio se han reavivado en las últimas horas, obligando a los servicios de extinción a mantener una presencia constante para evitar que las llamas dificulten las tareas de rescate y reconocimiento.
Una grabación que podría ser clave
En medio del dolor y la incertidumbre, ha surgido un elemento que podría arrojar luz sobre lo ocurrido. El alcalde de Louisville ha confirmado la existencia de una grabación realizada en el interior de la aeronave momentos antes de la tragedia. Este registro audiovisual podría convertirse en una pieza fundamental para determinar qué falló en los instantes previos al impacto.
Los investigadores federales trabajan contrarreloj para reconstruir la secuencia de acontecimientos. Ya han conseguido extraer los datos de las denominadas «cajas negras» del avión, tanto el registrador de datos de vuelo como el de voz de la cabina, que contienen información vital sobre el comportamiento de la aeronave y las comunicaciones de la tripulación.
Según los primeros informes, el avión de carga, que había despegado con destino al Aeropuerto Internacional Daniel K. Inouye en Honolulu (Hawái), perdió sustentación poco después de iniciar su ascenso y se precipitó contra unas grandes instalaciones de la compañía de mensajería UPS, desencadenando un violento incendio que dificultó enormemente las labores de rescate inicial.
El impacto fue de tal magnitud que los restos de la aeronave quedaron esparcidos por una amplia zona, complicando las tareas de identificación de las víctimas y la recuperación de pruebas.
El aeropuerto reabre pese a la tragedia
A pesar de la magnitud del accidente, el Aeropuerto Internacional Muhammad Ali de Louisville ha retomado sus operaciones este jueves, apenas 48 horas después del siniestro. Las autoridades aeroportuarias han asegurado que la instalación se encuentra «plenamente operativa», aunque reconocen que el impacto emocional de la tragedia sigue presente entre trabajadores y viajeros.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte ha desplegado un equipo completo de investigadores en Louisville para determinar las causas exactas del accidente. Entre las líneas de investigación que se barajan están un posible fallo mecánico, condiciones meteorológicas adversas o algún tipo de error humano, aunque las autoridades han insistido en que es prematuro señalar una causa concreta.