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Todo en casa: los pasos a seguir para cultivar acelgas

Todo en casa: los pasos a seguir para cultivar acelgas
Todo en casa: los pasos a seguir para cultivar acelgas

Son diversos los aportes nutricionales de la acelga. Entre ellos fibra, yodo, hierro, potasio y magnesio, por no hablar de su contenido de vitaminas A y C. Suponiendo que quieras asegurarte de consumir una planta de origen ecológico, no hay mejor opción que aprender a sembrarla en tu propia vivienda. Son muchas las recomendaciones que podemos darte al respecto, y gracias a ellas sabrás cómo cultivar acelgas, y obtener grandes resultados.

De esta forma obtendrás un alimento de alto valor nutritivo y bajo aporte calórico, repleto de fibra soluble de calidad que mejorará tu tránsito intestinal. Fácilmente reducirás las probabilidades de sufrir el estreñimiento de los productos ultraprocesados, con la ventaja de que puedes cultivarlas por las hojas.

Dependerá de la variedad de acelga si debes sembrar sólo el pecíolo carnoso o la hoja entera. Pero, en cualquier caso, es un procedimiento realmente simple.

Pasos a seguir para cultivar acelgas

El suelo y el riego

La acelga requiere un terreno fresco, profundo y bien abonado. Debes realizar una siembra directa, dándole a cada ejemplar margen suficiente para que crezca. Esta especie necesita de riego frecuente, sobre todo durante el verano. Eso sí, debes evitar el encharcamiento, en este caso especialmente durante el invierno.

La temperatura

Es una planta que soporta sin problemas las heladas, de forma que no deberías preocuparte por moverla ni protegerla cuando llegue la época fría.

Especies compatibles

Si quieres tener un huerto urbano, hay especies con las que se lleva muy bien. Sin ir más lejos el apio, las coles, las cebollas, las lechugas y las zanahorias. Recuerda que deberías cultivar la acelga en los meses más cálidos del año, ya que precisan de ambientes frescos y crecerán mejor unos meses más tarde.

Siempre que te encuentres en regiones geográficas como las del norte de España, cultívala de octubre a marzo. En el resto del país, cultívala cuando desees.

La cosecha

La recolección de los ejemplares que están listos para ser consumidos se lleva al cabo de unos tres a cuatro meses luego de la siembra. Se cortan las hojas, una por una, empezando por las más fuertes y finalizando por las más débiles. Si todo va bien, el período de recolección fuerte debería ser a lo largo del otoño.

Plagas comunes

Por último, debes prestar atención a la posible presencia de alguna de las plagas y enfermedades más recurrentes en torno a la acelga. Los gusanos, aquellos caracterizados por sus colores gris y blanco, son dos de las principales amenazas que se ciernen sobre ellas. Tampoco deberías olvidar el gusano de alambre.

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