Cómo saber si tu joya es realmente de plata
Durante generaciones, la joyería ocupó un lugar de privilegio en lo que a lucimiento corporal refería, con millones de hombres, y sobre todo mujeres, que alrededor del mundo llevaban puestas algunas de las mejores piezas producidas por artesanos, con esos toques únicos y diferenciales. Pero no siempre se sabe su origen y material, ¿cómo saber si tu joya es realmente de plata?
Con el paso de los años, la moda de llevar joyas de plata fue cayendo un poco, y eso significa que muchos vamos a encontrarnos, revolviendo en los cajones de nuestros padres o abuelos, con estas piezas que solían usar, sin saber realmente si están elaboradas en tal material, o si son imitaciones muy bien conseguidas.
Si a eso le sumamos que la joyería de plata tiene un valor muy elevado, incluso para las joyas más antiguas, entonces está claro que muchos querrán averiguar si se han topado con un auténtico tesoro oculto de la familia, o si simplemente tienen ante sí unas simpáticas imitaciones.
Entonces, ¿cómo saber si tu joya es realmente de plata?
Por supuesto, los expertos especializados en joyería de plata pueden distinguir estas piezas en sólo un segundo, pero sabemos que generalmente cobran por este servicio, así que lo mejor es disponer de algún que otro truco que nos permita diferenciar la plata de otros materiales sin salir de casa.
Lo mejor de este tutorial que vamos a darte es sólo vas a necesitar un cubito de hielo por cada pieza que quieras comprobar si es original o no, y disponer de todos ellos encima sobre una mesa sin gran desnivel. Posteriormente, coloca cada una de las piezas encima de los hielos, y espera cinco minutos.
Al cabo de ese pequeño período de tiempo, intenta retirar las piezas de los cubos de hielo, y allí tendrás la respuesta: si la pieza se queda pegada al hielo, !felicidades!, tienes una pieza original. Mientras tanto, si se despega sin problemas, lamentablemente estás ante una réplica muy bien lograda.
¿Y cómo se explica este fenómeno? Básicamente porque la plata es un excelente conductor térmico que permite que el frío -o el calor- la traspasen. Al estar en contacto con el hielo, la plata se enfría, dificultando separarla del agua congelada, algo que no podría pasar nunca con sus imitaciones que no tienen estas cualidades.
Como puedes ver, es muy simple averiguar si estamos ante una joya de plata verdadera o una de las incontables réplicas que salían al mercado en aquella época.
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