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¿Sabías que se construyó un tren con el motor de un avión?

¿Sabías que se construyó un tren con el motor de un avión y una hélice propulsora? No te pierdas los datos que te ofrecemos aquí, una curiosidad realmente sorprendente.

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Se construyó un tren con el motor de un avión
Francisco María
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Hace poco más de un siglo, a comienzos de la década de 1920, un joven ingeniero soviético construyó un tren con el motor de un avión, llamado el aerovagón. Este automotor experimental se movía sobre raíles con gran velocidad y tenía una hélice propulsora similar a la de una aeronave. De hecho, alcanzaba los 140 kilómetros por hora, mientras que los trenes de esa época apenas sobrepasaban los 100 kilómetros.

¿Quién construyó un tren con el motor de un avión?

El creador del aerovagón fue Valerian Abakovsky, un ingeniero originario de Letonia que se las ingenió para equipar un pequeño vagón de tren con un motor de avión y una tracción de hélice bipala. Originalmente, el aerovagón había sido diseñado para el transporte de oficiales soviéticos y otras personas importantes, puesto que en la época los trenes eran cruciales para el movimiento de tropas.

Para demostrar la gran velocidad que podía alcanzar el aerovagón, se había planificado un viaje de demostración, en el cual participaron varios sindicalistas de otros países que se encontraban en Moscú para asistir al Primer Congreso internacional del Profintern.Aviónica

El fatídico final del tren propulsado por un motor de avión

El 24 de julio de 1921, Abakovsky se subió en el aerovagon junto con otras 22 personas para hacer la demostración del innovador transporte. El viaje consistía en un recorrido de ida y vuelta, desde la ciudad de Moscú hasta las minas de carbón de Tula, una localidad que se encontraba a 200 kilómetros al sur.

A pesar de que el viaje de ida a Tula ocurrió con total normalidad, en la ruta de regreso a Moscú el Aerovagón se descarriló cerca de la ciudad de Sérpujov, en el momento en que se movía con gran velocidad. El accidente se cobró la vida de 6 de sus 22 ocupantes, incluyendo al mismo Abakovsky, quien murió a la edad 25 años. La séptima víctima murió horas después por heridas del accidente.

Debido a que los pasajeros formaban parte del congreso internacional de sindicalistas, el desastre fue internacional. La lista de fallecidos la conformaban tres rusos, entre ellos Abakovsky, dos alemanes, un búlgaro, un australiano y un británico. Sus restos fueron enterrados en la Necrópolis de la Muralla del Kremlin, tras su despedida en la Casa de las Uniones.

El aerovagon de Abakovsky, a pesar de sus fallos, sirvió como base para otros vehículos experimentales como el vagón alemán Schienenzeppelin, el vagón estadounidense M-497 Black Beetle y el tren turborreactor soviético. No obstante, este sistema no prosperó en la práctica a causa de distintas razones. Si te ha parecido interesante este artículo, no dejes de compartirlo con tus amigos y contactos, en foros y redes sociales.

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