Hallazgo impactante en Alemania: encuentran 14 kilos de cota de malla usada por los romanos para reparar armaduras
En un reciente hallazgo arqueológico en Bonn, Alemania, se encontraron 14 kilogramos de cota de malla romana, un componente esencial de la armadura militar de la época.
Este descubrimiento destaca por revelar una práctica poco conocida: los romanos no sólo reparaban su equipo militar dañado, sino que también lo reciclaban de forma eficiente, reutilizando piezas de armaduras rotas para confeccionar nuevas prendas. Sigue leyendo para descubrir más sobre esta estrategia antigua.
El reciclaje militar romano
Este hallazgo, publicado en un artículo de la Universidad de Cambridge, no sólo resalta la cantidad de cota de malla encontrada, sino también la forma en que los romanos gestionaban sus recursos militares.
A diferencia de lo que muchos podrían imaginar, las armaduras rotas no se desechaban, sino que se reparaban y se reutilizaban. Los fragmentos encontrados en Bonn pertenecen a al menos cuatro prendas diferentes, lo que indica que los romanos tenían un sistema de reparación organizado y eficiente para mantener su equipo en condiciones de uso.
El reciclaje de armaduras era un proceso crucial debido a lo costoso que era producir equipo militar. La cota de malla, por ejemplo, estaba hecha de pequeños anillos metálicos, y los romanos preferían reparar las piezas dañadas en lugar de descartarlas.
Las diferentes variaciones de tamaños y tipos de anillos encontrados en el depósito de Bonn sugieren que estas piezas fueron constantemente reutilizadas y reparadas a lo largo del tiempo, lo que refleja la estrategia romana de maximizar el uso de sus recursos.
El depósito romano de Bonn: ¿Por qué se abandonó el equipo militar?
El hecho de que la cota de malla se haya encontrado en un pozo plantea varias preguntas. ¿Por qué no se llevó consigo este equipo militar durante el abandono del asentamiento? Los arqueólogos creen que el depósito de Bonn ocurrió cuando el vicus (el asentamiento romano) fue desmantelado de manera planificada, alrededor del siglo III d.C.
En lugar de ser un escondite relacionado con una amenaza externa, como se pensaba originalmente, este depósito parece más bien ser el resultado de un proceso de limpieza y desmantelamiento de la zona.
El pozo donde se encontró la cota de malla probablemente sirvió para almacenar los objetos que ya no se consideraban útiles o que eran demasiado pesados para llevar. De este modo, se evitaba que cayeran en manos equivocadas, lo que sugiere que la acción fue parte de un plan organizado para proteger los objetos en tiempos de incertidumbre.
El motor de la maquinaria militar romana
Este descubrimiento destaca el ingenio romano en la gestión de recursos, especialmente en el ámbito militar. La cota de malla, considerada un bien valioso, era reparada y reutilizada para garantizar que el ejército permaneciera abastecido y eficiente, incluso en tiempos difíciles.
Comunidades cercanas a las bases militares, como los vici, desempeñaban un papel clave en estas tareas de mantenimiento, reflejando la colaboración entre asentamientos y guarniciones.
El estudio de la Universidad de Cambridge resalta cómo estas prácticas de reciclaje no sólo favorecían la economía romana, sino que también eran vitales para la sostenibilidad de su ejército en las fronteras del imperio. Al prolongar la vida útil del equipo, los romanos aseguraban su capacidad para responder eficientemente a los desafíos militares.