El enigma del Santo Grial en España: ¿dónde está realmente?

En la tradición cristiana, el Santo Grial representa la reliquia más valiosa de la cristiandad. Desde hace siglos, el misterioso paradero de la copa que usó Jesucristo durante la Última Cena ha dado lugar a múltiples leyendas, siendo la más famosa la búsqueda del Grial por los caballeros de la Tabla Redonda.

A pesar de que existen cerca de 200 griales en toda Europa, se dice que el lugar de descanso final de la reliquia es en la catedral de Valencia. Sin embargo, hay quienes alegan que se encuentra en la Real Colegiata de San Isidoro de León.

Entre la historia y la leyenda, investigaciones recientes han traído nuevamente el debate sobre el enigma del Santo Grial en España. ¿Está en Valencia el auténtico cáliz de la Última Cena de Jesucristo?

La leyenda de la búsqueda del Santo Grial

La leyenda del Santo Grial, el cáliz usado por Jesucristo en la Última Cena, ha sido objeto de múltiples búsquedas a caballo entre la fantasía y la realidad. La historia de esta reliquia de la cristiandad surge de la creencia de que este cáliz, usado por Cristo, sería venerado y, por ende, preservado por los primeros creyentes. Sin embargo, en la Biblia no se menciona la existencia de un recipiente sagrado capaz de otorgar la vida eterna.

La inalcanzable búsqueda ha sido fuente de inspiración en la literatura y el cine, desde las epopeyas medievales hasta modernas aventuras cinematográficas. La primera mención escrita conocida sobre el Santo Grial se halla en el «Perceval» de Troyes, donde se le describe más como un plato, probablemente emulando los calderos mágicos de la mitología celta.

Actualmente, hay más de 200 ejemplos en Europa que compiten por el título del Santo Grial. Entre todos ellos, ocupa un lugar especial el cáliz de Valencia. El mismo se encuentra resguardado desde el siglo XV en la catedral de la ciudad, pero antes de llegar hasta allí emprendió un viaje épico de novela, según diversas fuentes.

Los Santos Griales de España

Según la leyenda del Grial, España cuenta con dos supuestos griales, uno en Valencia y otro en León… En varios textos relacionados con la leyenda del Grial, se relata el rey Frimuntel es padre de tres reyes: Anfortas, Pelles y el Rey Tullido. De acuerdo a la genealogía histórica del Grial valenciano, el rey Frimuntel sería identificado con Sancho Ramírez, rey de Aragón y Pamplona (1063-1094) y padre de tres hijos que fueron reyes. Uno de ellos, Alfonso I el Batallador, podría tratarse de Anfortas.

Por otro lado, a mediados del siglo XI, Fernando I se convirtió en rey de León (1037-1065) y también tuvo tres hijos reyes: Sancho II rey de Castilla, Alfonso VI rey de León y García II rey de Galicia. De igual manera, tuvo dos hijas: las infantas Urraca y Elvira. En este sentido, según los relatos del caballero templario Wolfram von Eschenbach en su novela “Parsifal”, el rey Frimuntel tiene dos hijas: Herzeloyde, madre de Parsifal, y Joisiane, esposa de Kyot, duque de Cataluña.

Urraca, la primogénita del rey leonés, donó sus joyas para la orfebrería del cáliz conservado en la colegiata de San Isidoro de León, el cual también se ha identificado como el Santo cáliz. El mismo una copa de piedra de época romana.

De Jerusalén a Valencia

La historia del Santo Grial de Valencia es realmente compleja. Tras ser utilizado por Jesucristo en la Última Cena, el cáliz salió de Jerusalén hace 2.000 años de la mano de San Pedro, quien lo llevó a Roma. Según la tradición, San Pedro y el resto de papas utilizaban el grial para la Eucaristía, considerando que era el que Cristo había usado.

Tiempo después, en el año 258, durante la persecución del emperador Valeriano, se dice que San Lorenzo guardó el cáliz de Cristo, lo envió a su familia en Huesca, durante varios cientos de años para evitar que cayera en manos paganas. Oculto ante las persecuciones y venerado en secreto, el cáliz terminó en el Monasterio de San Juan de la Peña, cerca de Jaca (Aragón) entre los siglos VIII y XI.

En tierras aragonesas el cáliz encontró un santuario contra la invasión musulmana y tejió su propia leyenda con el espíritu y la tradición de la región cristiana. A finales del siglo XI se documenta un cáliz de piedra: Calis lapsis exilis Domini. Sin embargo, los registros más confiables sobre este cáliz aparecen en 1399, cuando comenzaron a formar parte del reliquiario real del rey Martín de Aragón.

El traslado del cáliz a la Catedral de Valencia ocurre en 1424, por orden del rey Alfonso el Magnánimo, según los registros de la catedral. Si bien el cáliz fue trasladado algunas veces más debido a la guerra, inevitablemente fue devuelto a la Catedral de Valencia de forma definitiva en 1939.

Este épico viaje ha sido documentado y estudiado por diversos investigadores. Según alguno de ellos, el rastreo histórico del cáliz de Valencia es posible, por tanto, es posible que se trate del auténtico Santo Grial.

Conclusión

Ya sea en la Catedral de Valencia, en el Monasterio de San Juan de la Peña o a lo largo de la Ruta del Grial en Cataluña, el legado del Santo Grial perdura, recordándonos la importancia de la fe, la búsqueda y el misterio en nuestras vidas. Así, la pregunta persiste: ¿dónde está realmente el Santo Grial? La respuesta, quizás, está en el viaje mismo que cada uno de nosotros elija emprender en su búsqueda.

Lecturas recomendadas

El cáliz de Valencia-Aragón

El grial en el imaginario colectivo