Un soltero, tras regresar a ‘First Dates’ por tercera vez: «Creo que me voy a quedar solo toda mi vida»
Muy decepcionado
First Dates, poco a poco y con el paso de los años, ha conseguido convertirse en uno de los programas de televisión que más éxito continúa cosechando en Cuatro. Esto no es producto de la casualidad puesto que Carlos Sobera, Laura Boado y el resto del equipo hacen un excepcional trabajo para seguir sorprendiendo a todos y cada uno de los espectadores. Por si fuera poco, cada vez son más los solteros que se animan a acudir al restaurante más famoso de la televisión para tratar de encontrar a su media naranja. De hecho, algunos lo visitan hasta en más de una ocasión, como es el caso de Ángel. Este soltero de 53 años, en un primer instante, se definió como un hombre romántico. Carlos Sobera, nada más verle, le reconoció al instante: «Te hemos invitado porque eres el claro ejemplo de una persona que tiene una tremenda confianza en el equipo de First Dates».
Su cita para esa noche era Emilia, una catalana de 53 años. Nada más verla aparecer por la puerta del restaurante más famoso de la televisión, se dio cuenta de que ella tampoco era la mujer de su vida ni mucho menos: «Otra más. Tres de tres. Esta no me va a gustar…» La comensal, por su parte, reconocía que tampoco había sentido un flechazo al ver a Ángel: «Pienso que es majo y que me lo voy a pasar bien… Pero eso es todo». Tras unos primeros minutos en la barra, Carlos Sobera les acompañó hasta la mesa que tenían reservada para poder disfrutar de la velada. Fue entonces cuando tuvo lugar el primer rifirrafe, y todo por la edad. Al fin y al cabo, Ángel reconoció que uno de sus últimos tatuajes se lo hizo con 45 años, algo que horrorizó a Emilia puesto que pensaba que tenía bastante menos edad.
Fue entonces cuando él quiso sincerarse respecto a este asunto: «Yo me veo joven, sobre todo espiritualmente. Me encanta viajar». Ella no tardó en rebatirle: «Pero la espiritualidad no se encuentra a una edad, porque hay gente que reflexiona más o gente que hace mindfulness». Ángel se quedó sin palabras, al no tener ni idea de qué era el ‘mindfulness’.
Fue entonces cuando ella quiso explicarlo: «Es un poco la relajación total y estar en el momento presente porque muchas veces nuestra cabeza se va al futuro o al pasado». El catalán no tardó en sincerarse sobre este asunto ante las cámaras de First Dates: «¡Vaya rollo me ha soltado!». A la hora de hablar de aficiones, los solteros se dieron cuenta que tampoco coincidían.
Mientras que a Emilia le fascinaba montar a caballo, el teatro, el cine y caminar, al soltero le apasionaban otro tipo de cosas: «No me va eso, prefiero más jarana». Entre otras cuestiones, adoraba viajar y eso era algo que la comensal no podía hacer con regularidad por sus hijos. Además, debido a esta confesión, ella llegó a una conclusión: «Los hombres como Ángel no quieren una relación estable porque prefieren vivir en una independencia eterna».
En la recta final de su cita en First Dates, los dos solteros se desplazaron hasta el reservado del programa para disfrutar de una buena sesión de karaoke. A pesar de habérselo pasado genial con la compañía del otro, no sintieron esa chispa: «Creo que me voy a quedar solo toda mi vida porque ni First Dates ha conseguido que yo encuentre pareja», espetó el comensal. Así pues, en la decisión final, los dos estuvieron de acuerdo en no tener una segunda cita.
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