Mala Rodríguez se sincera y desvela detalles de la relación tóxica que vivió
Mala Rodríguez confiesa esta relación tóxica
Cuando Mala Rodríguez estaba en una gira, se encontraba embarazada de su segundo bebé en dos años y se dio cuenta de que había cosas que estaba viviendo junto a su pareja de entonces que no le gustaba. En cuanto que vio algo que no le cuadraba, decidió llamar a su tía Nieves para salir cuanto antes de ese ambiente.
Aunque confiesa que no fue nada fácil. Así lo ha escrito en su libro que se publicó el pasado 30 de junio, titulado ‘Cómo ser Mala’. «Pero, aun con gente al lado, no es fácil salir de una cárcel, sobre todo psicológica: yo estaba totalmente presa, en un penal con muchísima pena. Mi bienestar y mi persona me daban igual, llegué incluso a pensar que follar sin querer era lo normal», reflejaba en sus páginas.
Este primer libro que publica está cargado de revelaciones y verdades sin tabúes. Reflejando la vida que ha experimentado y que ha vivido al 100%. Es el camino hecho palabras de un aprendizaje lleno de sentido del humor y de mucha filosofía.
Y entre estas vivencias, cuenta la de aquel amor tóxico que vivió. Algo que ha sorprendido a muchos por el carácter y la personalidad tan fuerte de Mala Rodríguez. Pero como ella misma manifiesta, nadie está libre de vivir con algo así.
Así lo recuerda la artista: «Lo recuerdo como una situación que te vas metiendo, te vas metiendo, te vas metiendo y al final estás tan dentro que no sabes ni cómo salir. Es un asunto que afecta a todas. Puede pasarle a cualquier mujer, da igual el nivel social, cultural o económico. Y es real. Te vas metiendo y no sabes cómo salir de ahí, es duro y en lo último que piensas es en el qué dirán».
Mala Rodríguez manifiesta que pudo salir de esa con la ayuda de sus amigos y de su círculo cercano. Y recuerda: «Yo hace años, actué en un concierto en el Auditorio de México y había muchas grandes artistas y lo que nos unía eran voces por la no violencia y todas teníamos una historia que contar y eso me dejó escalofriada. ¿Cómo es posible que todas hayamos vivido una situación violenta?»
Una de las reivindicaciones que quiere hacer a partir de esta historia es la reivindicación de poder estar mal cuando algo así ocurre. «Sí señora, cuando dicen ‘tú siempre has estado entera o por lo menos siempre se te ha visto entera’. Eso me parece tóxico porque deberíamos darnos el derecho de estar hechas una piltrafilla», confiesa.