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Lara Álvarez y la preciosa historia que esconde una imagen de su viaje más especial

Lara Álvarez nos emociona con esta publicación en su cuenta de Instagram

Lara Álvarez y la preciosa historia que esconde una imagen de su viaje más especial
Lara Álvarez

Con cierta nostalgia y melancolía Lara Álvarez ya está otra vez de vuelta en España, la periodista asturiana tras terminar ‘Supervivientes 2019’ se merecía unas largas vacaciones, y después de su viaje a Marruecos, puso rumbo a Asia, lo que seguro que no se imaginaba es que un trozo de su corazón se quedaría allí.
No hay duda de que el viaje realizado por Lara Álvarez a Vietnam y Camboya ha dejado huella en ella. Probablemente ha sido el viaje que más ha marcado a la presentadora, y de eso ha dejado constancia en su cuenta de Instagram, que durante los días que ha estado de vacaciones se ha convertido en su diario de viaje, donde ha compartido sus experiencias, sentimientos y anécdotas más personales con sus seguidores.

Lara Álvarez ha compartido día a día imágenes del viaje, algunas con reflexiones de las que suele hacer habitualmente y con las que se ha ganado todavía más el cariño de sus seguidores, pero de todas las imágenes que ha publicado, una de ellas en especial ha emocionado a sus casi 2 millones de seguidores, debido a la preciosa historia que esconde en ella.

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Suena el despertador y aún no me puedo creer que sea mi último día. Me tapo la cabeza con las sábanas y suspiro, intentando que la aflicción que siento se vaya. Quedan horas por delante y quiero aprovecharlas. “Lección y reflexión” ese es el título perfecto para mi día. Poder hablar directamente con 3 monjes budistas, creas en lo que creas o no creas, te mueve por dentro. -“Aquí los monjes se forman por vocación, imposición o necesidad” me explica Ron. “La gente del campo aún no sabe bien como controlar la procreación, por lo que tienen de 5 a 7 hijos de media. Como no pueden cuidar de ellos, los mandan al Templo. Durante ese tiempo tienen hogar, comida y educación” -“¿y si deciden que no quieren continuar?” -“pueden irse, pero jamás podrán volver a ser monjes. Esta vida sólo se elige una vez” Comienzo a hacer preguntas a los tres monjes que me sonríen. Sus miradas, movimientos, su forma de hablar… todo es ejecutado con una admirable y contagiosa tranquilidad. Permitidme que tanto mis preguntas como sus respuestas me las guarde para mi, pero si tenéis la ocasión de vivir esta sanadora experiencia, no dudéis en hacerlo. Después de rezar, recibir la bendición y de colocar el cordón de protección en mi muñeca (sin tocarme, ya que los monjes no pueden tocar a las mujeres) continuamos. -“¿estás bien Lara?” (Esta será la pregunta del día de hoy) -“si, perdona, voy repasando en todo lo que acaba de pasar Ron” Llegamos a Chong Kneas, el pueblo flotante sobre el lago Tonle Sap (el más grande de Camboya) En el viven 6000 habitantes y su principal ocupación es la pesca. -“fijate, esa es la farmacia, allí la escuela, una casa flotante para los billares, allí “el corte inglés del pueblo” Viven en casas flotantes tremendamente humildes, por las constantes crecidas del rio. Pero lejos de ver tristeza o necesidad, ves a un pueblo activo y feliz. FELIZ. “Viven al día, si tienes pescado y arroz para comer ¿de qué más se van a preocupar?” De camino al aeropuerto rompo a llorar. -“¿estás bien Lara?” -“Mucho” El agradecimiento me invade y no sé cómo devolverle a la vida lo que me ha regalado en este viaje. Me comprometo a encontrar la manera. ❤️🙏🏽 @pangeaes #asiaexotica

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Al igual que Lara Álvarez compartió el principio de su viaje, también compartió con cierta tristeza el final: “Quedan horas por delante y quiero aprovecharlas. “Lección y reflexión” ese es el título perfecto para mi día. Poder hablar directamente con 3 monjes budistas, creas en lo que creas o no creas, te mueve por dentro” escribió la periodista en la última imagen que publicó de su viaje a Vietnam y Camboya.

“Comienzo a hacer preguntas a los tres monjes que me sonríen. Sus miradas, movimientos, su forma de hablar… todo es ejecutado con una admirable y contagiosa tranquilidad. Permitidme que tanto mis preguntas como sus respuestas me las guarde para mí, pero si tenéis la ocasión de vivir esta sanadora experiencia, no dudéis en hacerlo.” Continúa el texto de Lara donde cuenta la maravillosa experiencia vivida.

La presentadora también escribió sobre cómo viven en el último pueblo que visitó, y lo que le impresionó ver lo felices que eran con poco: “Viven en casas flotantes tremendamente humildes, por las constantes crecidas del rio. Pero lejos de ver tristeza o necesidad, ves a un pueblo activo y feliz. FELIZ. Viven al día, si tienes pescado y arroz para comer ¿de qué más se van a preocupar?”

Finalmente, en el texto Lara Álvarez relata sus emociones al final del viaje: “De camino al aeropuerto rompo a llorar (…) El agradecimiento me invade y no sé cómo devolverle a la vida lo que me ha regalado en este viaje. Me comprometo a encontrar la manera.” Sin duda, sentimientos encontrados, la tristeza de tener que despedirse del viaje más especial de su vida, y la felicidad de haber podido vivir una experiencia tan gratificante, que nunca podrá olvidar.

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Y al llegar a la cima y observar la extension infinita de la selva, me sentí como se debió sentir el gran Alejandro Magno al ganar sus batallas. Pero mi conquista no tiene fronteras ni barreras, hoy gano VIDA. Rebobinemos. El día comienza a las 4:45 a.m. No necesito despertador, porque las primeras luces rosadas del alba entran por la ventana de mi camarote. Silencio absoluto en Ha Long Bay. Un café para terminar de despertarme, calzado cómodo para caminar y a la barca que nos llevará hasta Cat Ba. Para ser totalmente sincera, no busqué el día anterior donde iba exactamente porque caí KO en la cama… y no sabéis lo que me alegro. Al llegar, las casas flotantes de algunos locales rodean la isla y nos cuentan que una de las principales atracciones son sus montañas de roca caliza. Nos llevan a la cueva de Trung Trang. Antes de entrar y después de subir unos cuantos escalones entre árboles sin fin, llegas a la cima donde el paisaje te deja anonadado. ¿Qué os puedo contar de la cueva? Lo primero, que las fotos no dicen nada en comparación a la realidad (como casi siempre) lo segundo, sus dimensiones pueden contener a centenares de personas. De hecho durante la guerra de Vietnam, era el escondite de muchos de los vietcongs. La salida de la cueva te lleva de nuevo a la selva, donde hacemos el mismo trayecto a la inversa. Voy pensativa mirando todo lo que me rodea, como si quisiera hacer un scanner mental. El crucero zarpa de vuelta al puerto, donde me espera sonriente Bell. -“sólo 24 horas y ya te echaba de menos… mira las fotos Bell ¿te gustan?” -“pero Lara ¡que afortunada eres! Has visto el dragón de la bahía y se dirigía hacia ti! Fíjate bien…” Me enseña en la foto del amanecer que, en la parte central, las nubes hacen la forma de la cabeza grande de un dragón en primer plano, seguido del cuerpo hacia la derecha. Veáis al dragón o no, si soy afortunada… he conocido a una persona muy especial que no olvidaré nunca. Me fundo en un abrazo con ella. Esto es un “hasta luego” Bell. Sigue con esa increíble energía contagiando a los que tengan la suerte de cruzarse en tu camino. Del mío, hasta ahora guiado por ti, no cambio ni un solo paso. @pangeaes #hanoi

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