Música

El Melendi más comprometido con la sociedad y esas canciones que quizás no habías escuchado

Las canciones más profundas del cantautor.

Melendi
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Ramón Melendi Espina (Oviedo, 21 de enero de 1979), más conocido como Melendi, es uno de los pocos artistas que se ha preocupado a lo largo de su carrera por hablar en sus canciones de temas que nadie hablaría; drogas, prostitución, delincuencia…

Seguro que has hecho muchos viajes, has limpiado la casa y te has tomado una cerveza escuchando de fondo temazos de gran éxito como ‘Con la luna llena’, ‘Hablando en plata’, ‘Con una sonrisa’, ‘Caminando por la vida’ o ‘Mi rumbita pa tus pies’.

Pero hay muchas canciones que han pasado desapercibidas y que no han sonado en la radio desde que el asturiano comenzó a despuntar en el ámbito musical, estas van más allá de lo superficial y tienen un trasfondo muy personal para el cantautor.

Después de que formara parte de una banda de música, ‘El bosque de Sherwood’, el cantante decidió abandonar el grupo para iniciar una carrera musical en solitario. Por aquel entonces, ya sonaba su voz desgarrada en algún bar de Oviedo y lanzó la maqueta de tres temas. Después consiguió el contrato con una discográfica de manera casual, mientras cantaba en un bar.

Así, sacó su primer disco en 2004, titulado ‘Sin Noticias de Holanda’, el cual consta de 13 canciones y el videoclip de dos de ellas. De estas, las que más sonaron fueron ‘Mi rumbita pa tus pies’, ‘Sé lo que hicisteis’ y ‘Hablando en plata’.

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Pero entre ellas hay otras cuyo significado es capaz de conmocionar:

-‘El informe del forense’: habla de un episodio en el que una chica sufre una violación y muere asesinada, tras haber sido obligada a consumir estupefacientes, “el caballo la mató”. Cuenta cómo el forense dice que “no hay pruebas de que aquel hombre le bajara el pantalón” y da cuenta de los miles de casos desatendidos y mal resueltos por parte de la justicia “el secreto del sumario ya cerró la investigación porque encontraron un pinchazo en el brazo”. También denuncia el error que la sociedad comete al culpar a la víctima cuando algún caso similar sale a la luz “yo no pude hacer nada, si ella lo iba pidiendo”.

‘Un recuerdo que olvidar’: cuenta la historia de una mujer que sale de su país para buscar un futuro mejor al que su ambiente le deparaba (“ella es la mujer pantera que cruzó en patera las olas del mar y dio la vida entera por un segundo de libertad”), pero de repente se encuentra sumergida en un mundo del que se le hace imposible escapar, la prostitución: “busca, pero nunca encuentra forma de escapar de aquella fortaleza y de aquella bruja que todo el mundo llama Madame”. Aún así, la chica no deja de soñar con encontrarse algún día llevando una vida digna, que le permita subsistir por sí misma (“muere más de mil veces al día de pena, pero no llora por temor a naufragar. Lo cambiaría todo por tener aquella lámpara y frotar para cambiar los tres deseos por soñar”).

Después del éxito que obtuvo y los adeptos que ganó con este primer trabajo, publica otro álbum en 2006, ‘Que el cielo espere sentao’, cuyos temas más destacados son ‘Con sólo una sonrisa’ y ‘Caminando por la vida’.

En especial este tema, no fue tan escuchado:

‘Cuestión de prioridades’: en esta canción, Melendi se une a la causa de denunciar lo que ocurre en aquellos países, denominados ‘tercermundistas’ (“que la vida no se pierda en las pateras, que los desastres naturales se repartan”). Nos anima a que dejemos de lado los problemas banales por los que nos pasamos la vida preocupados, “a mí me preocupan más los niños que mueren de hambre”, “perdonen sus gobernantes esta mía ignorancia; no entiendo que en pleno año 2000 a mil kilómetros de aquí se están muriendo de hambre”, “y que mi hijo, sea del sexo que sea, tenga una salud de hierro”. Además, hace alusión a problemas con los que día a día nos enfrentamos en la calle, como el machismo (“que la falda sea tan corta como quieras, el problema es del que mira y no encuentra explicación”) o la discriminación por la apariencia (“las ropas, estén sucias o estén rotas, casi nunca están reñidas con tener buen corazón”).

En este mismo año, publica otro disco, ‘Mientras no cueste trabajo’, que cuenta en total con 20 sencillos. Las más conocidas de este fueron ‘Calle la Pantomima’ y ‘Kisiera yo saber’.

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Aunque como en el anterior, hubo otros temas que pasaron desapercibidos:

‘Andadas’: en esta, hace una recopilación de errores de los que él mismo reconoce haber aprendido y se muestra agradecido por ello, “si no hubiéramos sido tan necios en no darnos cuenta de nada, no sabríamos todo lo que aprendimos a base de hostias y andadas”, “me da igual que digan que hice bien o mal y el día que vuelva a nacer, a las andadas volveré”, “si no hubiera caído en mi camino dos veces con la misma piedra, no podría cantarte lo que te digo porque falso sería lo vivido”.

‘Mesías de Vallecas’: relata la historia de un delincuente, procedente del barrio madrileño de Vallecas, que ha vivido múltiples episodios violentos y ha tenido problemas con la justicia a causa de ello, “entre mierda y policía se forjó como bandido, fue en el barrio el más temido”. Y a consecuencia de ello, la historia acabó mal, “puede que ya no vuelvas a verlo por las calles de Madrid […], qué puta es la vida del que no quiere vivir”.

Este álbum es ampliado después con más canciones en ‘Mientras no cueste más trabajo’.

‘Curiosa la cara de tu padre’, disco de 2008, incluye las famosas canciones ‘Piratas del Bar Caribe’ y ‘Como una vela’.

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Pero también cuenta con otras como esta, que una vez más, se suman a la causa social.

‘Maldita Vida Loca’: cuenta la situación de una chica a la que el desamor ha trastocado y se ve obligada a llevar una vida de lo más complicada, “era una chica descuidada aunque ella siempre iba arreglada, descuidó su corazón, no lo peinaba ni maquillaba. Siempre era ella la que se desnudaba”. Trabaja en un bar desde años y se le hace difícil dejar atrás toda esa vida, “y casi sin querer donó su vida al dolor, que le arrancó la piel y aceleró su reloj”, “va diciendo que es una sirena, una sirena que encalló en la barra de un bar”. Al final de la canción, Melendi añade “y aunque nadie sabe su nombre yo la llamo soledad, […] ella será siempre de él”.

Al igual que el anterior, este disco está reeditado con otro posterior, ‘Aún más curiosa la cara de tu padre’.

Más tarde, en 2010 y con un aspecto cambiado, lanza ‘Volvamos a empezar’, de donde no pararon de sonar temas como ‘Perdóname Ángel’.

En este álbum, nos sorprendió con la canción ‘Cierra los ojos’, en la que refleja la complejidad que supone salir de el mundo de las drogas y anima a las personas que puedan estar en esta misma situación, con las que se siente identificado; “cierra los ojos, párate a pensar, tú no sufres solo, quiérete algo más”, “y ahora el tiempo sólo correrá en mi contra, porque yo sé que no descansaras. Cuando crecen mis complejos veo tu sombra ofreciéndome la falsa libertad”, “me cogiste cuando apenas era un niño, entregándome dos alas para volar. Yo firmé sin leer la letra pequeña donde ponía la ostia que me iba a pegar”.

Después de estos exitosos discos que lo han llevado a realizar innumerables giras por todos lados, decidió cambiar de estilo, de ritmos, de letras. Ha publicado otros álbumes como ‘Lágrimas desordenadas’ o ‘Un alumno más’, destinados a otro tipo de público y sumándose así a la música comercial.

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