Presupuestos 2023

Sánchez ya tiene los Presupuestos que le permiten agotar la legislatura tras rendirse a Bildu y ERC

Debate electoral RTVE
Pedro Sánchez y Yolanda Díaz.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Pedro Sánchez se ha entregado una vez más a Bildu y ERC, consagrados como sus socios preferentes, con la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2023. Unas cuentas que pasarán ahora al Senado y con las que el socialista se asegura un festival de gasto público en pleno año electoral. El presidente del Gobierno ha concedido de nuevo a separatistas y proetarras un trato preferente en las negociaciones, con cesiones tan polémicas como la expulsión de la Guardia Civil de Tráfico de Navarra. Con esa nueva rendición, Sánchez ha apuntalado la mayoría necesaria para que el Congreso alumbre las cuentas públicas, en una jornada en la que se iniciará además el trámite para suprimir el delito de sedición. Eufórico por la pleitesía, Arnaldo Otegi no ha dudado en dejar en evidencia a Sánchez: «El Gobierno de progreso en el Estado no sería posible sin el sostén de las fuerzas de izquierda que quieren marcharse de España».

El Gobierno ha sacado adelante las cuentas con una mayoría holgada de 188 votos a favor, 159 en contra y una abstención. Una suma que consolida el bloque de la investidura y la permanencia de Sánchez, arropado por sus aliados habituales. El socialista encara así un ciclo electoral decisivo, marcado primero por las municipales y autonómicas, antesala de unas generales que su partido encara con unas nefastas expectativas.

El Gobierno ha salvado con sus cesiones unos Presupuestos muy cuestionados, que incluyen un gasto público histórico en plena crisis económica, con la inflación disparada y varios organismos apuntando al riesgo serio de recesión. En concreto, supondrán un récord de desembolso de 274.445 millones. Desde el Partido Popular se ha acusado a Sánchez de poner en riesgo la economía española por un puro cálculo electoralista. Las cuentas incluyen partidas para atender medidas populistas de cara a las urnas e impulsan a todos los ministerios. El de Igualdad, por ejemplo, recibirá 573 millones y se ve incluso más reforzado que el de Sanidad o Educación. Mientras, la partida para la Casa Real permanece congelada.

En el trámite parlamentario, el Gobierno ha vetado todas las enmiendas del Partido Popular. Un total de 2.400. Sí ha aceptado hasta 281 de sus socios, entre ellas, 81 del PdeCat, 51 del PNV y 35 de Bildu. Desde el principal partido de la oposición se han quejado de que Sánchez, «que se enorgullece de su capacidad de diálogo y acuerdo», haya rechazado todas sus propuestas, que incluían las principales medidas del PP en materia fiscal, social o laboral.

Sedición

Sánchez ha reivindicado la «política útil» que, en su opinión, sale adelante con la aprobación de las cuentas. Además de las cesiones a Bildu, ha acordado con ERC la transferencia de 900 millones para inversiones en infraestructuras. Los separatistas han celebrado esta «gran conquista» como un paso más en el autogobierno. «Cualquier espacio de soberanía que conquistamos es un paso adelante», han aplaudido desde la formación que dirige Oriol Junqueras.

Precisamente, la aprobación de los Presupuestos de Pedro Sánchez se produce antes de la votación fulminar el delito de sedición por el que fue condenado tanto Junqueras como el resto de dirigentes del procés. La iniciativa de PSOE y Podemos reemplaza ese delito en el Código Penal por otro de «desórdenes públicos agravados», con una pena de prisión notablemente inferior (de 15 años a cinco).

El debate ha venido precedido por la campaña del Partido Popular para retratar con nombre y apellidos a cada uno de los diputados socialistas «cómplices» del separatismo, que aprobarán la toma en consideración de este proyecto de ley. Los populares han solicitado la votación por llamamiento, a fin de que todos los parlamentarios tengan que manifestar en público su apoyo. Varios barones socialistas, como Emiliano García-Page o Guillermo Fernández Vara, habían mostrado estos días sus críticas a la decisión de Sánchez, aunque no se espera la ruptura de la disciplina de voto.

Por lo demás, las jornadas de debate presupuestario en el Congreso se han visto enturbiadas también por la polémica por la Ley del sólo sí es sí. La ministra de Igualdad protagonizó este jueves uno de los momentos más tensos tras asegurar la diputada de Vox, Carla Toscano, que su «único mérito» era «haber estudiado en profundidad a Pablo Iglesias». Una alusión al ataque de Montero a los jueces por la «falta de formación» que, en opinión de la ministra, les hace aplicar «erróneamente» su norma estrella. Montero, visiblemente nerviosa, denunció la «violencia política» que, afirma, sufre por parte de quienes la critican.

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