Sánchez nos obliga a votar el 23J, un día cuya temperatura promedio es 25º de mínima y 35º de máxima

La decisión de Pedro Sánchez de convocar las elecciones generales para el próximo 23 de julio, en uno de los momentos más calurosos de todo el año, ha generado una gran polémica por su inevitable impacto en la movilización. De hecho, la temperatura promedio de los últimos años en esa fecha es de hasta 35 grados de máxima y 25 de mínima.

El líder socialista ha asegurado que tomó esa decisión con su «conciencia», tras el batacazo sufrido por el PSOE en los comicios del pasado 28 de mayo. Desde el PP se ha advertido de «la trampa» que esconde la fecha elegida, con los ciudadanos de vacaciones y España habitualmente en alerta por altas temperaturas. El país ha sufrido graves episodios de calor en esos días de julio. Sin ir más lejos, sólo hace falta remontarse al 23 de julio del año pasado, cuando el país estaba inmerso en una ola de calor -la peor de la historia según los registros-, con hasta 32 provincias en aviso amarillo o naranja.

Curiosamente, ese mismo día, el PSOE celebró un Comité Federal -máximo órgano del partido entre congresos- en el que el propio Sánchez pidió a los españoles «extremar las precauciones» por las elevadas temperaturas: «El cambio climático mata», clamó el socialista.

«Hago un llamamiento a la población para que extreme la precaución ante las temperaturas tan extremas que por desgracia vamos a continuar sufriendo en los próximos días. Detrás de esta ola de incendios, que por desgracia es cada vez más frecuente y devastadora, está una ola de calor cada vez más extrema. Y detrás, hay un tsunami que es la emergencia climática que debemos frenar entre todos», enfatizó Sánchez.

Un año después, los españoles tendrá que acudir a las urnas en la misma fecha en la que Sánchez aseguraba hace sólo un año: «El cambio climático mata». «¿Por qué continúan negando la realidad?  El cambio climático es letal para las personas por las olas de calor que estamos padeciendo y lo es también el negacionismo», insistió ante los suyos.

Críticas

Precisamente, un real decreto del Gobierno de hace apenas dos semanas considera «alarmantes» las temperaturas en ese mes y advierte de sus «resultados trágicos».

El decreto recuerda que el pasado mes de julio resultó «el más cálido de toda la serie histórica» con temperaturas medias en diversos puntos de la Península Ibérica que experimentaron un «incremento anómalo» superior a los 4o°C. Además, subraya, que este fenómeno no puede concebirse «como un hecho aislado» sino como «una tendencia creciente que llevará a que escenarios como el actual se reproduzcan cada vez con más frecuencia».

Y también cabe recordar que, desde 1994, una reforma de la Ley Electoral de Andalucía prohíbe expresamente la celebración de elecciones en los meses de julio y agosto. Esa reforma fue impulsada por el PSOE.

La inédita cita electoral en pleno verano ha sido muy criticada por sus consecuencias para la participación. Los cálculos demoscópicos indican que, hoy por hoy, la derecha está mucho más movilizada, con lo que la abstención tendría un impacto en el resultado. La fecha elegida obliga a buena parte de los españoles, con las vacaciones ya organizadas, a solicitar el voto por correo si quiere ejercer su derecho.

«Sánchez está a lo suyo y lo que busca es la baja participación. Pero nosotros ya nos encargaremos de todo lo contrario, porque hay que ir a votar masivamente», advirtió hace unos días la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en una entrevista en OKDIARIO. Para Ayuso, acudir a las urnas el 23J es «un acto de patriotismo».