Sánchez busca caras nuevas que no tengan el lastre de pactar con ERC y Bildu para negociar con el PP
Los cambios que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, planea acometer en la cúpula del partido persiguen dos objetivos. Por un lado, tal como avanzó este periódico, dar «un revulsivo» a la organización, mejorando principalmente los problemas de comunicación y acabando con las pugnas internas por el control orgánico. Por otro, y en el ámbito de la negociación parlamentaria, acercarse al nuevo Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo para lograr acuerdos de país en materia como por ejemplo el aumento del gasto militar. Sánchez busca nuevas caras entre sus cuadros, que no tengan el lastre de haber negociado con Bildu y con ERC, para encarar esta nueva etapa con el PP.
El presidente del Gobierno es consciente de que sus socios tradicionales, Podemos, Esquerra Republicana y Bildu, principalmente, no le van a poner fácil la aprobación de unos Presupuestos que incluyan un aumento del gasto militar. Las tres formaciones ya se han manifestado en contra de esta medida que defiende Sánchez y con la que se comprometió ante los líderes de la OTAN en la reciente cumbre celebrada en Madrid. Por eso, para salvar esta partida, mira hacia el PP. En Ferraz y en Moncloa asumen que «será más fácil sacarlo con ellos que con nuestros socios». Aunque no renuncian tampoco a un eventual apoyo de Podemos, ERC y Bildu, pese a que saben que no va a ser fácil.
Ante este escenario, que obliga a los socialistas a sentarse a negociar con el PP sí o sí, Pedro Sánchez busca nuevas caras dentro de su organización que permitan una negociación efectiva con los populares. «No valen ni Lastra, ni Santos Cerdán ni prácticamente Héctor Gómez», apuntan, «que han pactado de todo con los socios de investidura». Tal como reconoció el jefe del Ejecutivo hace unos días, en una reunión de la dirección del PSOE, gobernar junto a ellos «es un lastre» para su organización. Y él cree que los dirigentes que han negociado con los separatistas catalanes y los proetarras llevan ese lastre encima. Una cuestión que, desde su punto de vista, «no facilita» las negociaciones con el PP. «Nos jugamos mucho a nivel de credibilidad internacional» con el aumento del gasto militar, esgrimen. Por eso ese diálogo puede mover todo el tablero político.
Por ahora, todas los dirigentes socialistas consultados por este periódico respecto a esos cambios que se van a producir, de manera inminente, en la organización guardan silencio sobre el alcance que puede tener la remodelación que prepara Sánchez. «Sólo él lo sabe», indican. La mayoría coincide en que «lo poco que sabemos es que algo va a ocurrir, que está enfadado por cómo van las cosas, pero tampoco sabemos por qué está enfadado exactamente». Todos miran hacia los números dos y tres, Lastra y Cerdán, el portavoz de la Ejecutiva, Felipe Sicilia, y los portavoces en el Congreso y en el Senado, Héctor Gómez y Eva Granados, respectivamente.