Sánchez comparece para hacer otra vez propaganda del Ingreso Mínimo Vital y las ayudas a las comunidades

Pedro Sánchez ha anunciado que el próximo 26 de junio 255.000 españoles recibirán el primer pago del ingreso mínimo vital, aprobado hace unos días en Consejo de Ministros. El vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, había dicho que se pagaría el pasado mes de mayo. El presidente ha explicado que en los primeros días de funcionamiento de la página web se han recibido ya miles de peticiones.

Diez días antes, el 16 de junio, el Ejecutivo dará luz verde al fondo de reconstrucción de la crisis sanitaria, social y económica como consecuencia del coronavirus. Las comunidades autónomas no deberán devolver el dinero transferido ni rendir cuentas ante el ministerio de Hacienda, que es quien realizará la transferencia, de como se han empleado esos dineros que sumarán 16.000 millones de euros en el conjunto de todas las autonomías.

El reparto se realizará en cuatro tramos. Este mes de junio se hará una primera transferencia de 6.000 millones para el gasto sanitario. En noviembre se repartirán 3.000 millones más. En septiembre se entregarán 2.000 para el gasto en educación y 5.000 millones, en diciembre, cubrirán las caídas de los ingresos públicos.

Un nuevo reglamento

Sánchez también ha destacado que el martes, el Ejecutivo, aprobará «las normas que deberemos seguir una vez termine el estado de alarma para evitar rebrotes». Una vez «superada la fase aguda» Sánchez sostiene que es necesario mantener algunas restricciones más leves hasta que el virus no haya desaparecido. Defiende que «el estado de alarma se ha demostrado imprescindible» pero que ahora, la nueva situación, permite relajar.

Estas nuevas reglas, que se aplicarán a partir del 21 de junio, sustituirá el decreto del estado de alarma. Con esta nueva norma, el ministerio de Sanidad, pretende unificar medidas de control y recomendaciones para evitar posibles rebrotes una vez todo el país ya haya salido del estado de alarma.

Se trata de un documento consensuado con las Comunidades Autónomas, que serán los responsables de aplicarlo, pero que mantiene la posibilidad de adoptar nuevas restricciones por parte del Ejecutivo. El texto todavía no está cerrado y se divide en tres apartados. Respecto la higiene va a ser obligatorio el uso de la mascarilla, de seis años en adelante, en la vía pública y en los espacios cerrados. No usarla será sancionado con cien euros.

A nivel médico, la Agencia Española del Medicamento, garantizará el material sanitario necesario y podrá otorgar licencias extraordinarias a empresas para fabricar mascarillas y batas. También se harán pruebas PCR a todas las personas sospechosas de estar infectadas. A nivel asistencial se reforzarán los sistemas de atención primaria y hospitalaria para poder dar respuesta con la mayor agilidad y evitar así que, un posible rebrote, pueda provocar un nuevo colapso en las urgencias.

Sánchez ha destacado que la mayoría de comunidades autónomas «tendrán la capacidad de tomar todas las decisiones relativas a su territorio, incluida la finalización del estado de alarma» a partir de este lunes. Según el jefe del Ejecutivo, con los datos actuales, «se está viendo el éxito del plan de desescalada diseñado por el Gobierno y las comunidades».

No obstante ha destacado que «en la nueva normalidad nos tocará movernos en un escenario distinto» que «significa que desaparecen las medidas excepcionales pero la situación no es como antes del virus y mientras siga amenazando la vida no volverá a ser como antes».

Conferencias autonómicas

El presidente del Gobierno, como cada domingo, se ha reunido hoy con los presidentes autonómicos en la decimotercera conferencia. El encuentro de esta mañana ha sido uno de los más tensos debido al reparto de los fondos de reconstrucción europeos y la vuelta a la normalidad en los centros educativos. Incluso entre los barones socialistas ha habido críticas hacía la decisión del Ejecutivo.

Sánchez valora positivamente estas reuniones semanales con los presidentes autonómicos. Afirmando que «hemos comprobado que somos capaces de trabajar bien conjuntamente» el presidente ha avanzado ya que quiere reunir en breve la conferencia de presidentes de forma presencial. El jefe del Ejecutivo ha reconocido que, en algunas de estas reuniones, se han producido «tensiones y discrepancias». Una declaración sorprendente si se tiene en cuenta qué, hasta ahora, Moncloa siempre había negado esas diferencias.