Rufián se ha embolsado 150.000 € del Congreso desde la fecha que prometió dejar el escaño
El portavoz adjunto de ERC en la Cámara baja ingresa unos 7.600 euros al mes
Pastor le apercibió hace un año, pero este miércoles tuvo que ser desalojado
Bronca monumental: un diputado de ERC escupe a Borrell tras ser expulsado Rufián
El portavoz adjunto de Esquerra Republicana (ERC) en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, se ha embolsado 150.000 euros desde la fecha en que debió dejar el escaño para «regresar a la República catalana», según prometió en diciembre 2015.
El parlamentario separatista declaró en aquella campaña del 20-D que «en 18 meses» él y sus compañeros pondrían fin a su estancia en las Cortes Generales tras ejercer como «una especie de delegación diplomática en defensa de la República Catalana».
Sin embargo, 18 meses después de aquella afirmación, en junio de 2017 Rufián y el resto de diputados de ERC no renunciaron el escaño. Es más tampoco lo hicieron unos meses después cuando el Parlamento de Cataluña manejado por los golpistas (su presidenta entonces, Carme Forcadell, está hoy en prisión por ello), aprobó el 27 de octubre la declaración unilateral de independencia.
En el casi año y medio que ha transcurrido desde junio de 2017, Rufián ha ingresado 150.000 euros de dinero del Estado, el mismo del que dice querer marcharse. En concreto, ha percibido en este tiempo 20 pagos mensuales de salario base (algo más de 2.800 euros brutos), del plus como portavoz adjunto de grupo parlamentario (más de 2.000 euros), de otro extra como portavoz en Comisión (unos 1.000 euros) y de la asignación constitucional, que suele destinarse a alojamiento y manutención por parte de aquellos diputados elegidos por circunscripciones de fuera de Madrid (en torno a 1.800 euros). Unos 7.600 euros al mes.
En los últimos 18 meses, en los que ha continuado en el escaño pese a su promesa de abandonarlo, Rufián ha protagonizado múltiples exabruptos y groseras actuaciones, hasta el punto de ser expulsado de la Cámara esta semana por la presidenta Ana Pastor. Hacía 12 años que no se tomaba una medida de este calibre contra un diputado, pero Rufián lleva ya meses haciendo méritos y el miércoles desobedeció las tres llamadas al orden hasta ser desalojado. Mientras abandonaba el hemiciclo junto a los otros diputados de ERC, uno de ellos, Jordi Salvador, escupió al ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Josep Borrell.
Contra la Policía
Hace un año, Pastor ya apercibió al portavoz adjunto de Esquerra Republicana tras una intervención en el Pleno del Congreso donde sacó unas esposas, acusó a la Policía Nacional de «moler a palos» a los catalanes y llegó a manifestar su deseo de que el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, acabase detenido.
Después del incidente, la presidenta del Congreso llamó a su despacho a Rufián para hacerle ver su malestar ante el tono de sus intervenciones y le pidió que evitase nuevos episodios de falta de respeto al conjunto de los diputados. Unas advertencias que no surtieron efecto a tenor de lo visto el pasado miércoles.
Previamente, en otro polémico numerito, Rufián mostró desde su escaño una impresora a todo el hemiciclo para arremeter contra los registros policiales que se estaban produciendo en Cataluña y que tenían como objetivo incautar las papeletas y el resto de material electoral que guardaban los separatistas para organizar el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.