Rosa María Payá: «Hay más de 1.000 prisioneros políticos hoy en Cuba y al menos 14 son niños»


Rosa María Payá perdió a su padre hace casi diez años, en lo que tilda de «un atentado de Estado» mientras el Gobierno cubano lo definió como un accidente de coche, y tras la expulsión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU tiene claro que Cuba ha de ser la siguiente. «El régimen cubano ha triplicado la represión sobre los cubanos: en estos momentos hay más de 1.000 prisioneros políticos y al menos 14 de ellos son niños. El país fue militarizado y el nivel de persecución ahora mismo está al nivel del terrorismo de Estado», denuncia en esta entrevista.
«Es decepcionante la falta de solidaridad la falta de solidaridad de Sánchez con los cubanos», afirma. Payá considera «frustrante» la postura de España y de la Unión Europea frente al aumento «de la represión» en la isla y solicita que tanto el Gobierno español como la UE busquen acabar con el convenio de cooperación que mantienen con la isla.
Payá, quien lleva varios años residiendo en Miami (Estados Unidos), se encuentra en España para participar en varios congresos y presentar un documental sobre la muerte de su padre en 2012, en un accidente de coche que la familia reclama como provocado.
El 23 de julio de 2012 los activistas Oswaldo Payá, coordinador del Movimiento Cristiano de Liberación, y Harold Cepero perdieron la vida en un accidente de coche, que manejaba el controvertido político del PP, Ángel Carromero.
Entonces el Gobierno cubano reveló que el político español tenía su carnet de conducir suspendido y aludió a una mala conducción como motivo del accidente en el que fallecieron los opositores, mientras que la familia denunció un asesinato orquestado por parte de la dictadura castrista.
En el documental La verdad del asesinato de Oswaldo Payá que se proyectará este sábado en Madrid se «narran todos los hechos confirmados y validados de organizaciones independientes», según cuenta la hija del opositor, primer disidente cubano en obtener el Premio Sajarov a los Derechos Humanos de la Unión Europea.
La familia sigue batallando en instancias internacionales para que “la dictadura cubana” reciba “un reporte de condena” por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).