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Un real decreto de 1983 impide a la mujer del presidente usar la Sala de Autoridades de Barajas

Begoña Gómez viajó con su familia a Bristol y se activó el protocolo previsto por la sala de autoridades

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Un real decreto que data de 1983 impide a la mujer del presidente del Gobierno de España usar la Sala de Autoridades del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Se trata de la regulación 20/99 de 1983 que restringe el uso de las mencionadas salas aeroportuarias a lo que se considera altas autoridades del Estado. Sin embargo, tal y como se desprende de un documento publicado en exclusiva por OKDIARIO, Begoña Gómez hizo uso de la misma en su viaje familiar a Bristol (Inglaterra) en calidad de esposa del presidente el pasado lunes 9 de septiembre. Iba acompañada de su hija mayor de edad y otras dos personas que disfrutaron de este privilegio frente al resto de pasajeros. Pedro Sánchez se encontraba entonces de viaje en China. 

Las personas autorizadas al uso de las Salas de Autoridades están definidas por la Secretaria General de Presidencia del Gobierno, mediante la Circular sobre Uso de la Sala de Autoridades del Aeropuerto de Madrid-Barajas, fechada a 29 de abril de 1998. Posteriormente, esta normativa fue actualizada en marzo de 2003 por la Dirección del Departamento de Protocolo de Presidencia del Gobierno. El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación también detalla en una nota verbal quiénes pueden hacer uso de estas Salas de Autoridades que existen en los aeropuertos españoles. La utilización de estos espacios es de uso es restringido.

En concreto, sólo están autorizados a entrar en este espacio los miembros de la Casa Real, el presidente del Gobierno, el del Congreso y Senado, los ministros, los delegados del Ejecutivo en las comunidades autónomas, los secretarios de Estado, los subsecretarios y los secretarios generales de los ministerios. También pueden utilizarla altos cargos del poder judicial como; el presidente del Supremo, el jefe del Tribunal Constitucional, el presidente del Tribunal de Cuentas, el fiscal general del Estado o el presidente del Consejo de Estado. Otras autoridades, como el jefe de la oposición, los directores generales de la Policía y la Guardia Civil, el presidente del Consejo de Estado, el Defensor del Pueblo, el gobernador del Banco de España y los jefes de Estado Mayor del Ejército, pueden acceder. Los embajadores y otros cargos del ministerio de Asuntos Exteriores también pueden utilizarla previa petición, a diferencia del resto de los cargos, que exclusivamente deben notificar con suficiente antelación su intención de utilizarla.

Diputados excluidos

Los diputados de las cámaras no pueden entrar a estas salas que tienen aeropuertos como Barajas. Una de las procuradoras que trató de acceder fue Victoria Rosell. La ex parlamentaria de Unidas Podemos quiso entrar en la Sala de Autoridades del Aeropuerto de Gran Canaria cuando se disponía a viajar a Madrid. Exigió que se le abriera de manera inmediata de muy malas formas, según fuentes aeroportuarias que presenciaron los hechos. Pero el real decreto de 1983 se lo impidió. 

Las mencionadas salas de autoridades son espacios diferentes a las zonas VIP habilitadas en los aeropuertos de todo el mundo. Una de las principales ventajas que permiten es la de no pasar por los controles rutinarios de seguridad en la zona de embarque. En los aeropuertos más grandes, las salas incorporan una máquina de inspección para que los usuarios de la Sala de Autoridades introduzcan directamente su equipaje y agilicen su estancia en el aeropuerto. 

Privilegios en Barajas

Begoña Gómez no ostenta ningún cargo institucional, sin embargo, Barajas activó el protocolo previsto por la Sala de Autoridades de la Terminal 1, 2 y 3 el pasado 8 de septiembre. Al día siguiente, la mujer de Pedro Sánchez acudió al aeropuerto de la capital. Allí, le esperaban algunos trabajadores de Barajas a los que se le había informado de que tomaría un vuelo comercial. También la tripulación del vuelo sabía que Begoña Gómez iría como pasajera.

La mujer de Pedro Sánchez llegó a la pista de Barajas en un coche blanco. Embarcó la última a través de unas escaleras, que sólo utilizaron ella y sus acompañantes. No tuvieron que utilizar el finger como el resto de pasajeros para acceder a la cabina del avión. Fuentes aeroportuarias aseguran que se utilizó este protocolo por seguridad, pese a que Begoña Gómez no ostenta ningún cargo institucional más allá de ser la mujer de Pedro Sánchez. No se trataba de ningún viaje institucional o de trabajo por parte del Gobierno de España.

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