Rajoy da la voz de alarma por las pensiones: “Ingresamos como en 2007 y gastamos 50.000 millones más”
Mariano Rajoy reconoció el lunes pasado en la reunión interna del PP su preocupación por las pensiones. “Tenemos los mismos ingresos que en el año 2007 pero gastamos 50.000 millones más”, afirmó el presidente del Gobierno ante sus barones territoriales.
El aviso de Mariano Rajoy sobre las pensiones se convirtió, así, en el momento más tenso del encuentro. Y es que, hasta ese momento, se había ensalzado el ritmo logrado de avance económico y la creación de empleo -de más de 600.000 empleos en un año-. Pero, precisamente por ello, cobró más gravedad la advertencia. Porque si a esa situación se ha llegado pese a contar con un ritmo fuerte y sólido de crecimiento, la llegada de una crisis en algún momento puede convertir la situación en aún más grave.
Los líderes del PP asistentes al acto no dudaron en interpretar el aviso como un anuncio: el de la necesidad de más reformas como las que ya ha emprendido la ministra de Empleo Fátima Báñez con plena oposición del PSOE.
Un nuevo récord de déficit
Pero sea como sea, el presidente acertó en el diagnóstico. Y es que, pese a que por primera vez desde el estallido de la crisis, en 2017 el déficit del sistema de pensiones redujo su peso en relación al PIB, en términos absolutos volvió a batir un nuevo récord. El desfase entre ingresos y gastos -después de inyecciones y transferencias desde el Estado- se situó en el 1,61% del PIB, inferior al 1,7% del PIB en 2016, pero en términos cuantitativos el desfase escaló hasta los 18.800 millones, 200 millones más que un año antes, según los datos oficiales trasladados ya por Báñez a la comisión del Pacto de Toledo.
Pero, como señaló Mariano Rajoy, si sólo se cuentan ingresos por cotizaciones de trabajadores y empresas y pago por prestaciones, lo cierto es que los ingresos son prácticamente similares a los de 2007 y los gastos 50.000 millones de euros superiores. Y todo ello, pese a que la labor realizada por el Ministerio ha permitido que los ingresos por cuotas en 2017 puedan ser los más elevados de la historia, cuando se publiquen los datos definitivos de Contabilidad Nacional: es muy probable que superen los 109.000 millones, la cifra más alta nunca alcanzada a pesar de que falta algo más de un millón de afiliados para recuperar los niveles previos a la crisis.
Preocupación creciente
La limitación de las subidas de las pensiones (0,25%), el alza de los ingresos por cotizaciones gracias a la fuerte creación de empleo y la mejora moderada de los sueldos han sido claves en esta buena marcha de las grandes cifras del sistema.
Pero esa es precisamente la preocupación que late. Que la oposición política a la adopción de reformas sobre las pensiones es cada vez mayor. Que la izquierda ha hecho campaña por completo con este asunto. Y que no siempre se podrán tener ritmos de crecimiento de la economía superiores al 3% y de creación de empleo de más de 600.000 puestos. Y entonces la tendencia puede ser peor.
La ministra Báñez es igualmente consciente de la necesidad de más reformas. Sus últimos datos son muy buenos: los ingresos por cotizaciones crecieron en 2017 un 5,3% frente al 3% en el que aumentó el gasto en prestaciones, tendencia que se plasma por primera vez desde 2008. Pero, pese a ello, el déficit no pudo reducirse en términos nominales. Una mejoría que los responsables de la Seguridad Social esperan para este ejercicio, pero que no evitará que el déficit ronde los 17.800 millones, unos 1.000 millones menos que en 2017. La previsión del Ministerio es que en 2018 el agujero ronde el 1,47% del PIB.