Pumpido forzó los 2 nombramientos para el Constitucional porque teme que Balaguer le desbanque
El fiscal general del Estado con José Luis Rodríguez Zapatero, Cándido Conde-Pumpido, ha encabezado esta estrategia porque tema a que María Luisa Balaguer le desbanque al frente de la futura presidencia del Constitucional
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Cándido Conde-Pumpido ha encabezado una maniobra dentro del Tribunal Constitucional para que los dos magistrados elegidos por el Gobierno de Pedro Sánchez pudiesen tomar posesión de su cargo, sin esperar a los candidatos que le corresponden al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Fuentes del órgano de garantías aseguran que el fiscal general del Estado con José Luis Rodríguez Zapatero ha encabezado esta estrategia porque teme a que María Luisa Balaguer le desbanque al frente de la futura presidencia del Constitucional.
Este miércoles, se han reunido los once magistrados que integran la corte de garantías para acordar en un Pleno extraoficial no examinar la idoneidad de los dos magistrados elegidos por el Ejecutivo –el ex ministro de Justicia Juan Carlos Campo y la ex alto cargo de Moncloa Laura Díez– y esperar hasta la celebración del Pleno del CGPJ del 22 de diciembre para conocer si nombra a sus dos magistrados. Sin embargo, aprovechando que el Boletín Oficial del Estado (BOE) había publicado los dos nombramientos, Conde-Pumpido y los magistrados izquierdistas, Ramón Sáez e Inmaculada Montalbán han propuesto adelantar el examen para dar el plácet a los candidatos del Gobierno. De esta manera, Conde-Pumpido hace efectiva la maniobra de Sánchez para tomar el Tribunal Constitucional, tal y como adelantó OKDIARIO.
El pasado 1 de noviembre este periódico desveló que, tras el fracaso de la negociación con el PP para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Sánchez puso el foco en el Constitucional: estaba decidido a asaltarlo. Para ello, el Gobierno tenía previsto –como ya ha hecho– nombrar a los dos magistrados que le corresponden sin esperar a que el órgano de gobierno de los jueces designe a sus candidatos. La maniobra del Ejecutivo contaría con el beneplácito del sector izquierdista del Constitucional, que optaría por dar el plácet a los miembros propuestos por el Gobierno, aunque lleguen sin los dos candidatos que corresponden al CGPJ. Sin embargo, la Carta Magna subraya que la renovación del Constitucional debe realizarse por tercios. Por ello, después de que Sánchez nombrase al ex ministro Campo y a la ex directora general del Ministerio de la Presidencia como magistrados del Constitucional, Pumpido ha entrado en acción y ha ejecutado parte de su plan aunque ha fracasado, por el momento, porque no ha obtenido el apoyo de la mayoría de sus compañeros.
Cándido Conde-Pumpido ha transmitido a sus compañeros, en la reunión de este miércoles, que «las leyes hay que entenderlas en su conjunto y hay que ponderar la importancia de las cosas». Su argumento era que «el hecho de que el Constitucional se renueve por tercios es una mera norma de organización, pero existe jurisprudencia que defiende que si uno de los órganos no puede o se niega a nombrar a sus candidatos no pueden condicionar la obligación de otorgar el plácet».
Presidencia del Constitucional
En realidad, Pumpido está llevando a cabo un plan para ostentar la presidencia del Constitucional y derrocar a su contrincante: la también izquierdista María Luisa Balaguer. Y es que si el Consejo llega a un acuerdo para nombrar a sus candidatos y en esa ecuación excluyen a José Manuel Bandrés, el candidato propuesto por los vocales designados a propuesta del PSOE, Pumpido no tendría el apoyo necesario para ocupar la vacante que dejará libre Pedro González-Trevijano.
La costumbre en el Tribunal Constitucional establece que los cargos sean consensuados, y que tanto presidente como vicepresidente se elijan de entre los miembros más antiguos en el Tribunal, correspondiendo la presidencia al sector ideológico mayoritario y la vicepresidencia al de menos representatividad. Sin embargo, en esta ocasión se ha abierto una carrera entre dos miembros del bloque progresista: la magistrada María Luisa Balaguer y el magistrado Cándido Conde-Pumpido, que aspiran a ocupar el puesto de González-Trevijano. Esta ruptura dentro del bloque de izquierda no ha sido bien recibida en La Moncloa. Tanto es así que Sánchez, que tiene hilo directo con Conde-Pumpido gracias a la intermediación de Zapatero, ya tiene un claro candidato: el que fuera fiscal general del Estado del PSOE.
El balance que manejan desde el Gobierno es el siguiente: los dos candidatos nombrados a propuesta del Ejecutivo apoyarán a su favorito en la presidencia. Además, los magistrados progresistas Ramón Sáez e Inmaculada Montalbán también votarán a favor de Cándido Conde-Pumpido. Por el momento los números están muy reñidos y todo dependerá de su finalmente el Consejo acepta al candidato Bandrés.