Puente no avisó a la Xunta de los pellets pese a haber ensayado una situación similar sólo 7 días antes
En diciembre, Transportes realizó en Gijón un simulacro de contaminación marina para coordinar la respuesta
El Ministerio de Transportes, que dirige Óscar Puente, realizó un simulacro de lucha contra la contaminación marina apenas una semana antes de que Portugal avisase a España de que el buque mercante Toconao había perdido seis contenedores con pellets de plástico. El reporte de ese incidente -revelado por este periódico- se envió a España a fin de que se tomasen las medidas oportunas frente a los «desechos peligrosos», pero el Gobierno no reaccionó.
Pese a esta alerta, el Ejecutivo sostiene que no tuvo conocimiento de la llegada de los microplásticos a las costas gallegas hasta el 13 de diciembre, a través de la llamada del 112 Galicia a Salvamento Marítimo en la que se informaba que un particular había encontrado pellets en una playa. El Ejecutivo no identificó la procedencia del vertido hasta el 20 de diciembre, siempre según su versión. Pero hasta el pasado 3 de enero, no emitió un correo electrónico comunicando a la Xunta esa información, según el presidente gallego, Alfonso Rueda. Es decir, casi un mes después de la alerta portuguesa.
Simulacro
Paradójicamente, los días 30 de noviembre y 1 de diciembre, es decir, una semana antes del aviso sobre los pellets, el departamento de Óscar Puente dirigió un ejercicio de lucha contra la contaminación marina en el puerto de Gijón. En concreto, se simuló una emergencia con nube tóxica procedente de un vertido químico -la fuga de un producto tóxico en la cubierta de un buque tanque en la dársena exterior del Puerto de El Musel-, con la que se activó el Plan de autoprotección del Puerto en categoría 3 y el Plan Marítimo Nacional en situación 2, así como el Plan Territorial de Protección Civil del Principado de Asturias.
«Con este tipo de simulacros, el Ministerio pretende mejorar los sistemas de respuesta ante posibles emergencias marinas provocadas por contaminación, sea del tipo que sea», celebraron desde el departamento de Puente. Moncloa emitió incluso una nota en la que se destacaba que, en dichos ejercicios, «se ponen marcha las estructuras y se comprueba que los procedimientos operativos que se establecen para dar respuesta a un supuesto de contaminación marina por vertido de origen químico. También se evalúan el grado de coordinación de los agentes implicados y la forma y los tiempos en que se responde a la emergencia».
El ejercicio involucró a todas las administraciones para comprobar la coordinación entre Capitanía Marítima, Salvamento Marítimo, Autoridad Portuaria, Emergencias 112, Delegación del Gobierno, Armada, Demarcación de Costas, Ayuntamiento, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, servicios técnico-náuticos del puerto y responsables del área de Contaminación Marina de la Dirección General de la Marina Mercante.
Simulacros
Como publicó OKDIARIO, este simulacro se une a otros realizados con anterioridad que confirman la responsabilidad del Gobierno, y del Ministerio de Óscar Puente, en el control del vertido de pellets. Es decir, lo contrario a lo que ahora sostiene Puente tratando de desviar las culpas hacia la Xunta de Galicia.
El Instituto Hidrográfico de Portugal lanzó el 8 de diciembre un aviso que remitió a Salvamento Marítimo (Sasemar), dependiente del Ministerio de Transportes, en el que alertaba de «desechos peligrosos» en las costas cercanas a Galicia. Además, la Dirección General de Recursos Naturales (DGRN) portuguesa envió ese mismo día un informe al Gobierno de España y a la EMSA, la encargada de la seguridad marítima en Europa, reportando lo sucedido. Pero el Gobierno no activó los protocolos ni contactó con la Xunta de Galicia.
Fuentes de Salvamento Marítimo consultadas por este periódico afirman que se tendría que haber activado el Sistema Nacional de Respuesta ante la contaminación tras la información recibida por el Gobierno y añaden que «si ahora es una catástrofe es por su culpa».
La regulación de la contaminación marina accidental que pueda afectar a las aguas y costas españolas queda recogida en el Real Decreto 1695/2012, de 21 de diciembre, que aprueba el Sistema Nacional de Respuesta (SNR) ante la contaminación marina. Este sistema se compone de dos subsistemas: el subsistema mar y el subsistema costa. En el mar, la competencia recae en el Estado -a través del Ministerio de Transportes-, mientras que la costa está bajo el mando de entidades locales y autonómicas.
Esto confirma que el Gobierno evitó actuar cuando los pellets aún estaban en las aguas y esperó a que se hallasen en la costa para lanzar el aviso a la Xunta, que no llegó hasta el 3 de enero.
El Ejecutivo también trata de esquivar la responsabilidad aludiendo a que el incidente no alcanzaba el nivel 2 de alerta, que fue decretado este mismo martes. Sin embargo, como ha revelado este periódico, el Plan Estatal de Protección de la Ribera del Mar contra la Contaminación (Plan Ribera) se contempla que el Gobierno se puede involucrar en cualquiera de los niveles.