El PSOE y Sánchez hacen suyo el lema de los chavistas de Podemos: mitin al grito de «¡Sí se puede!»

El presidente y líder socialista jalea a los suyos atacando de nuevo a los medios de comunicación

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Roberto Pérez
  • Roberto Pérez
  • Periodista y licenciado en Ciencias Políticas. Especialista en sector público, economía política y presupuestaria, e instituciones político-administrativas. Trabajó para Agencia Efe y Cope, ejerció durante más de 20 años en ABC -etapa que incluyó el ejercicio temporal de la corresponsalía de Nueva York- y actualmente es subdirector de OKDIARIO.

La deriva socialcomunista en la que Pedro Sánchez ha embarcado al PSOE, con iniciativas que llegan a calcar estrategias puestas en marcha por el chavismo en Venezuela, ha llegado al punto de verbalizarse a gritos este jueves en el mitin que ha protagonizado el presidente del Gobierno en Sant Boi de Llobregat (Barcelona), para arropar al candidato del PSC a la Generalitat, su ex ministro Salvador Illa. Sánchez ha asistido, con complacencia, a los gritos de «¡Sí se puede!» que ha entonado su auditorio de militantes y dirigentes socialistas.

El PSOE da un paso más y, así, hace suyo el lema con el que se estrenó Podemos al calor del chavismo que pregonaban sus fundadores. Pablo Iglesias, Íñigo Errejón, Juan Carlos Monedero, Carolina Bescansa y Luis Alegre llegaron a ser asesores de confianza del narcodictador Hugo Chávez, cuyo régimen heredó con mano de hierro quien siegue ejerciendo el poder en el país caribeño: Nicolás Maduro. Esos fundadores de Podemos llegaron a disfrutar de despachos en el venezolano Palacio Presidencial de Miraflores, cerca del que ocupaba Chávez, cuyo régimen también aportó millones a la estructura que precedió y sirvió de base a la creación de Podemos, la fundación CEPS.

«¡Sí se puede!» fue el lema de referencia de Podemos. Antes, en EEUU, se lo había copiado Obama a los latinos y acuñó el «¡Yes we can!». Los prochavistas de Podemos lo acuñaron en España, lo exprimieron con reiteración en todos sus actos públicos y lo utilizaron durante años con fines propagandísticos. Ahora es el PSOE el que lo hace suyo, con Pedro Sánchez presente.

Este jueves, el líder del PSOE fue el protagonista del mitin de los socialistas en las elecciones catalanas. Compartió escenario con Salvador Illa. El lugar, Sant Boi de Llobregat. Y, durante su intervención, Sánchez fue aplaudido al coro con el grito podemita de «¡Sí se puede!», escuchado de forma complaciente por Sánchez ante el atril del escenario.

PSOE, Podemos, Sumar y chavismo

Las esencias comunistas sobre las que se edificó Podemos se reparten ahora entre lo que queda del partido fundado por Pablo Iglesias y la nueva marca creada por Yolanda Díaz, Sumar. Pese a las luchas por el poder protagonizados por Podemos y Sumar, ambos coinciden plenamente en ciertos diagnósticos y recetas. Es el caso de los ataques a los jueces por abrir diligencias por causas de presunta corrupción que afectan a la izquierda en el poder o las llamadas a perseguir a periodistas que publican informaciones comprometedoras. También reclaman reformar la ley apresuradamente para tomar el control del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Ha sido el propio Pedro Sánchez quien, comprometido de lleno por los negocios de su esposa, Begoña Gómez, ha llamado a desplegar esa estrategia contra jueces y periodistas. Podemos y Sumar le apoyan en este particular y le urgen a emprender acciones en esa dirección, a desplegar ese poder contra las informaciones comprometedoras que tildan de «bulos» y contra los jueces que consideran que participan del «fango» de la «ultraderecha».

Como ha informado OKDIARIO, son notorios los paralelismos entre las tesis de los socialcomunistas españoles y las que en su día desplegó el chavismo para blindarse en el poder en Venezuela. Ese blindaje de Chávez se produjo cuando los fundadores de Podemos disfrutaban de influencia privilegiada en el régimen venezolano. Ahora, el «¡Sí se puede!» se convierte en lema de campaña del PSOE con Sánchez de protagonista, subido –literalmente- al escenario mitinero.

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