El PP llamó en estado de pánico al Ibex para que forzasen la abstención del PNV

Mariano Rajoy
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en Gotemburgo. (AFP)
Carlos Cuesta

El PP llamó en estado de pánico al Ibex para que forzasen la abstención del PNV. Quería que las empresas explicasen a los nacionalistas vascos las consecuencias económicas de una caída de su Gobierno en medio de la tormenta ocasionada por la inestabilidad de Italia y el alza del precio del petróleo.

Entre esas Ibex se encontraban algunas de las más grandes compañías españolas. Algunas de las que más afectadas se pueden ver por la repercusión económica de un cambio de Gobierno y, en especial, de un cambio en la dirección de PSOE, Podemos y los separatistas.

Pero las llamadas no acabaron siendo muy fructíferas. En parte porque el PNV era plenamente consciente ya de sus argumentos. Y en parte porque los nacionalistas vascos explicaron a algunos de sus interlocutores que, precisamente por la gravedad de la situación, era Mariano Rajoy el primero que debía ser consciente de la necesidad de un sacrificio y que, por lo tanto, debía dimitir para facilitar la postura del PNV de bloquear la moción de Pedro Sánchez.

Desde el PNV esgrimieron que ellos no querían dar cauce a un cambio de Gobierno, como ya habían dejado claro, pero que no podían asumir en solitario el sacrificio de aparecer ante sus bases como los defensores a capa y espada de un Rajoy que había impulsado un 155 y que, además, se enfrentaba a la sentencia a su partido por el caso Gürtel.

Por todo ello, las gestiones no triunfaron. “Por ello y porque hubo directamente algunas empresas que desoyeron el reclamo”, señala otra fuente conocedora de esos contactos.

Lo cierto es que todo ello ocurrió en un corto espacio de tiempo. En el que transcurría entre el momento en el que se empezó a filtrar que el PNV respaldaría la moción de Pedro Sánchez y el desenlace de la comunicación de esa postura por Aitor Esteban. Y, de forma principal, desde su comunicación y hasta el anuncio de Rajoy de no dimisión.

El PNV, pese a ello, es sabedor de ese impacto económico previsible. Y, de hecho, solicitó acto seguido al PSOE que, para minimizar ese daño a la economía se comprometiesen ellos y sus socios de moción a no tumbar los Presupuestos de 2018 nada más llegar porque sería interpretado por los mercados como una demostración de falta de seguridad y credibilidad.
El PSOE se comprometió. Y hasta Podemos aceptó la condición. Todo con tal de sacar al PP del Gobierno.

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