El PP cree que Sánchez se precipitó al decir que dimitiría si resultaba imputado
El Partido Popular considera que el presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, se precipitó al decir, en su momento, que dimitiría si resultaba imputado y no en caso de que se le abriese juicio oral, como reflejan los propios Estatutos del partido.
Tras declarar ante el juez, este lunes, Sánchez ha matizado que sólo se irá cuando esa imputación sea formal, es decir, únicamente si, en su caso, el juez decide mantener su imputación. Sin embargo, el pasado 16 de febrero, y tras conocerse el auto del juez Velasco en el que se le atribuye la posible comisión de delitos en el marco del caso Auditorio, Sánchez se comprometió en el Parlamento autonómico a cumplir la ley y dimitir si resultaba imputado. Un error, se considera en fuentes populares, que creen que no precisar el momento de la dimisión ha contribuido a tensar las relaciones que mantienen con sus socios en Murcia. El pasado a formación naranja por roto el pacto ante la negativa de Sánchez a dejar el cargo.
La literalidad del acuerdo suscrito entre PP y Ciudadanos en Murcia, que dio el gobierno a Sánchez, es, no obstante, lo bastante ambigua para abrirse a distintas interpretaciones. Así, el punto uno del citado acuerdo establece la obligación de «separar de inmediato de cualquier cargo, público o de partido, a imputados por corrupción política hasta la resolución completa del procedimiento judicial», pero en ningún caso se precisa si esa imputación ha de ser «formal», lo que sería el paso previo a la apertura de juicio oral.
De hecho, en la proposición de ley de lucha integral contra la corrupción que los de Rivera defendieron recientemente en el Congreso sí se fija la «inhabilitación o suspensión de cargo público, desde que sea firme la resolución que acuerde la apertura del juicio oral o el procesamiento». Desde Ciudadanos se defienden en que en los últimos tiempos han «afinado» los criterios para precisar el momento de las renuncias.
En el caso de Murcia, sostienen, en cambio, que el acuerdo obligaría a Sánchez a dimitir en el momento en que se conoció su imputación. Pero la falta de consenso ha provocado, también en este caso, contradicciones entre los mismos dirigentes. Así, el secretario general del partido, José Manuel Villegas, llegó a asegurar que la dimisión habría de producirse en el momento de apertura de juicio oral, como se sostiene desde el PP. Después matizó, y la amplió al mismo momento de la imputación.
Hay más. En el pacto suscrito entre Mariano Rajoy y Albert Rivera para la investidura del presidente del Gobierno, se recoge «la separación inmediata de los cargos públicos que hayan sido imputados formalmente o encausados por delitos de corrupción».
Desde el PP se han mantenido al margen de esa disparidad de criterios y han defendido que Sánchez cuando esté imputado formalmente, cuando se abra juicio oral. Es el mismo criterio que mantiene desde la dirección del partido, hasta el Gobierno autonómico, el grupo en el Congreso o Moncloa.