Crisis del coronavirus

El PP acusa a Ximo Puig de engañar sobre el riesgo sanitario real para ocultar la falta de test

Los populares aseguran que tras el rechazo del Gobierno al cambio de la Comunidad Valenciana a la Fase 1, que ha vuelto a pedir este mismo miércoles el presidente autonómico, se esconde una "nefasta gestión" del político socialista.

El PP acusa a Ximo Puig de engañar sobre el riesgo sanitario real para ocultar la falta de test

«La población se creyó, de acuerdo a los datos de la Generalitat Valenciana, que el riesgo sanitario por coronavirus era muy reducido, cuando en realidad existe una absoluta incertidumbre por la falta de los test de diagnóstico. Algo que Ximo Puig intenta enmendar ahora», ha subrayado el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, tras acusar al presidente de la Generalitat de haber generado «falsas expectativas» a los valencianos sobre la superación de fases de la Comunidad Valenciana en la desescalada prevista por el Gobierno.

En un comunicado emitido por Mazón, el popular ha exigido a Puig información «sincera» y real sobre la situación y ha insistido en conocer «de manera urgente» cuáles son los datos correctos sobre la asistencia sanitaria, la evolución de los contagios y las capacidades de los centros sanitarios de la provincia de Alicante, entre otras.

«O la Generalitat ha actuado con irresponsabilidad o directamente permite que se rían de nosotros. No cabe otra explicación», ha señalado el presidente de la corporación provincial. Ximo Puig llegó anunciar, por ejemplo, que la Comunidad podría abrir sus playas con todos sus usos y servicios a pleno funcionamiento en la misma fase 1, cuando dicha posibilidad está prevista para la fase 3 en el Plan de desescalada del Gobierno central de su propio partido.

Sin embargo, el pasado viernes, el responsable técnico de la pandemia, Fernando Simón, dejaba fuera de la fase 1 a gran parte de la Comunidad Valenciana -incluyendo las tres capitales de provincia- porque la Generalitat no había hecho suficientes test a pacientes con síntomas del COVID-19. El propio informe que la Generalitat remitió la semana pasada al Ministerio de Sanidad para avalar su petición, al que ha tenido acceso OKDIARIO, deja en evidencia que efectivamente los test realizados fueron insuficientes.

En la provincia de Alicante, por ejemplo, sólo se realizaron las pruebas del COVID-19 en los 7 días previos a la presentación del dossier técnico que justificaba la desescalada a una media del 31% de los pacientes con síntomas, frente al 75% de Castellón y el 45% de Valencia. Y, en el caso del área de Salud del Hospital General de Alicante -referencia para la capital de esta provincia- el porcentaje fue incluso más insuficiente: sólo se practicaron test al 18% de los pacientes con síntomas.

Falsas expectativas

Con estos datos negativos sobre diagnósticos y movilidad «el presidente Ximo Puig dio por hecho que la Comunidad Valenciana iba a pasar al completo a la Fase 1, generando expectativas de seguridad entre la población y de recuperación económica para los miles de negocios comerciales y de hostelería que se habían organizado para abrir sus puertas el día 11 de mayo. Muchos negocios sacaron del ERTE a parte de sus trabajadores para retomar una actividad que no han podido iniciar pese a que se les dieron todas las certezas. Y muchos bares y restaurantes se quedaron también con el género comprado, lo que ha incrementado sus pérdidas», afean al socialista los responsables autonómicos del PP.

Entre ellos, el alcalde de Alicante, Luis Barcala quien al no obtener una explicación de la Generalitat sobre qué causó «la preocupación de movilidad del Ministerio», se ha referido «a la necesidad de tener un plan encima de la mesa, algo que no ha sido respondido por la Consellera de Sanidad, Ana Barceló».

Barcala ha preguntado directamente «si se presentará un nuevo informe y si en él se incluirán un mayor número de pruebas diagnósticas». Según el propio regidor de la capital alicantina, «tampoco ha contestado Barceló a este último intento por conocer la situación en la que estamos y hacia dónde nos dirigimos». «Lo único que he conseguido de la Consellera es que me remita a una reunión que mantendrá con sus técnicos para decidir sobre ese extremo y que difiera cualquier explicación sobre lo sucedido a una futura comparecencia en las Cortes Valencianas», lamentó Barcala.

Para evitar caer en la misma situación, esta semana la Generalitat «ha empezado a realizar miles de test a ciudadanos con síntomas. Lo que pone de manifiesto algo aún más grave: la Generalitat tenía disponibilidad y capacidad para realizar esos test pero no los hizo. La propia Consellera ha llegado a afirmar que no eran necesarios. Sin embargo, ahora sí se hacen, para que los números cuadren y poder pasar de fase», denuncian los populares de Alicante.

En su informe al Ministerio de Sanidad, la Generalitat para avalar su capacidad sanitaria, «incluyó entre las camas hospitalarias las de los hospitales de campaña construidos en las tres capitales de provincia que, sin embargo, todavía no están operativos ni en disposición de funcionar», subrayan.

Victimismo 

Lejos de querer reconocer la evidencia de una mala gestión de la Generalitat, el presidente Ximo Puig «ha utilizado el victimismo y ha querido ‘vender’ que se cumplía con todos los parámetros y que el Gobierno ha cambiado las reglas a última hora. Algo que no es cierto», apuntan fuentes del Partido Popular valenciano.

«En cualquier caso, si las reglas para pasar a la Fase 1 cambiaron a última hora, cambiaron para todas las comunidades autónomas, no sólo para la valenciana. Y mientras otras regiones superaron el corte, la Comunidad Valenciana en su mayor parte no (el 49% se quedó fuera, justamente las grandes ciudades), con todo lo que ella conlleva para la población y para los muchos negocios que se habían preparado para abrir, tal y como les aseguró el presidente Puig durante toda la semana previa», añaden.

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