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Podemos duplicó el gasto en propaganda el año de sus batacazos electorales

¿Qué es la bronquiolitis, la afección de los hijos mellizos de Pablo Iglesias e Irene Montero?
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Podemos ha publicado mal y tarde sus cuentas anuales correspondientes al ejercicio del 2019. En ellas, entre otros datos, se observa que el partido liderado por Pablo Iglesias duplicó su gasto en propaganda, publicidad y relaciones públicas respecto al año anterior coincidiendo con los pésimos resultados electorales resultantes de las urnas.

La pasada semana la formación morada hacía públicas sus cuentas a través de un documento sin auditar, tal y como lo llevan haciendo desde el año 2017. Lo hicieron, además, coincidiendo con la publicación de un artículo en OKDIARIO que revelaba que el resto de los cinco grandes partidos de ámbito nacional ya habían difundido esta información en sus respectivos portales de transparencia.

En sus páginas puede encontrarse la ejecución presupuestaria de Podemos donde el partido reconoce haber invertido 272.600 euros en una partida dedicada a la publicidad, propaganda y relaciones públicas. Esta cifra supone más del doble de lo destinado en el ejercicio anterior, el 2018, donde los de Iglesias dedicaron 121.583 euros al mismo fin.

Comparativa de ambas cuentas

El partido cuenta con un amplio movimiento en redes sociales -organizado en ocasiones en grupos ocultos para atacar a rivales políticos- donde vierten publicidad sobre su partido. A menudo difunden vídeos de propaganda apelando al sentimiento para potenciar, sin gran éxito, sus resultados en las urnas. Además, realizan amplias campañas entre sus militantes para intentar evitar la desmovilización que han padecido durante los últimos años.

En este presupuesto ejecutado no han incluido uno de los espacios en los que Podemos dilapidó más dinero: Facebook. Aunque los datos no aparezcan divididos por año, el partido gastó 1,3 millones de euros entre marzo del 2019 y marzo del 2020, una cifra mucho más elevada que lo reflejado en sus cuentas.

Más hombres y contratos ‘basura’

Podemos reconoce que tiene 120 hombres en plantilla frente a 101 mujeres. Por otra parte, expone que tiene 120 contratos temporales, frente a tan sólo 101 indefinidos.

La comparación con los datos de 2018 revela que el partido está en caída libre. Tras las últimas debacles electorales, el partido ha entrado en números rojos y ha tenido que desprenderse de capital humano. A pesar de que el argumentario de Podemos pasa por la defensa a ultranza de cara a la galería de los puestos de trabajo, en un año han despedido a la mitad de su plantilla.

Cero en transparencia

A diferencia de los que presumen, Podemos ha ido empeorando en cuanto a transparencia con el paso de los años. Si el partido publicaba incluso sus facturas durante sus primeros pasos (a partir del 2014), dejó de hacerlo progresivamente hasta hacer público lo mínimo exigido por la ley.

También la falta de transparencia se cierne sobre las presuntas donaciones sociales. En 2017 desarrollaron la tercera edición del Proyecto Impulsa en el que, con transparencia y con criterios públicos, repartían parte de los sueldos públicos. Desde entonces esas supuestas cesiones se hacen sin luz ni taquígrafos. Por su código ético, los cargos públicos de Podemos debían donar la parte de su sueldo que supere los tres salarios mínimos para luego destinarlo a fines sociales. Ahora esa cantidad ha subido aunque la orden se ha dejado de cumplir con el entusiasmo inicial.

Como revelan las nuevas cuentas de Podemos, las «aportaciones de cargos públicos» han pasado de 2.888.049 euros de 2018 a 1.943.560 de 2019. En este sentido, aseguran que destinan 360.102 euros a «proyectos sociales» sin especificar a cuáles y con qué criterios. Únicamente consta a este respecto la declaración judicial del ex abogado del partido, José Manuel Calvente, donde afirma que esas cuantías se ingresaban en una «caja B» y el equipo del diputado Rafa Mayoral lo distribuía a su antojo. Parte de ese dinero habrían ido a parar a #404 Comunicación Popular, una asociación que ejerce labores de productora de televisión para difundir protestas callejeras. Este asunto está siendo objeto de investigación en el Juzgado de Instrucción número 42 de Plaza Castilla.

Por último, los de Iglesias reconocieron en 2018 que no cumplían sus objetivos en materia de transparencia. «Se hace necesario y urgente acometer un análisis de los objetivos de transparencia, los procesos de trabajo que genera y una mayor inversión en desarrollo informático. El compromiso de Podemos es ir más allá de los requisitos legales para marcar un nuevo estándar en la transparencia de partidos políticos», indicaban.

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