Podemos acusó a Guardiola de «apocalíptica» por su defensa de las nucleares días antes del gran apagón
La diputada Irene de Miguel acusó a la presidenta extremeña de respaldar argumentos "apocalípticos" días antes del apagón


La diputada de Podemos en Extremadura, Irene de Miguel Pérez, celebró el cierre temporal de la central nuclear de Almaraz apenas cuatro días antes de que España y Portugal sufrieran el mayor corte eléctrico de su historia. Durante una intervención en el pleno regional del pasado 24 de abril, de Miguel atacó duramente a la presidenta de la Junta extremeña, María Guardiola, por defender la continuidad de la energía nuclear, tachando sus argumentos de «apocalípticos» días antes de que un histórico apagón sumiera en la oscuridad a varios países europeos.
La representante podemita presumió de que la parada simultánea de los dos reactores de la central extremeña no había provocado ningún problema energético: «Almaraz ha parado por una semana y de manera histórica, nunca habían parado los dos reactores, y Madrid no se ha quedado sin luz», exclamó la diputada morada.
Lo que no podía imaginar De Miguel es que su discurso se vería desmentido por la realidad solo 96 horas después, cuando millones de españoles quedaban a oscuras en el peor apagón eléctrico de las últimas décadas, poniendo en evidencia la fragilidad del sistema energético nacional y la importancia de mantener operativas fuentes de energía estables como la nuclear.
La parlamentaria de extrema izquierda no escatimó en su ataque contra las empresas energéticas que operan en la región, a las que acusó de «hacerse de oro con Extremadura» mientras reclamaban «dejar de ser una colonia nuclear en manos de las grandes energéticas». En su intervención, De Miguel defendió que «la energía nuclear cada vez es menos rentable», ignorando deliberadamente el papel crucial que juega esta tecnología en la estabilidad de la red eléctrica nacional.
La diputada tampoco desaprovechó la oportunidad para arremeter contra la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, insinuando que a Guardiola «lo que más le preocupa es que la señora Ayuso se queda sin energía».
Por su parte la presidenta extremeña no tardó en desmontar el discurso populista de la representante de Podemos: «Usted y su demagogia, usted y su aversión a las empresas, usted y su populismo barato», le espetó Guardiola, que cuestionó a la diputada sobre sus alternativas reales: «¿Sustituir la nuclear por gas o quizás por carbón? ¿O lo que está planteando es que compremos a precio de oro la energía a Francia que tiene 56 centrales nucleares?».
La presidenta popular desenmascaró la hipocresía de la extrema izquierda: «Usted grita ‘no a la guerra’ y su alternativa es que Rusia se forre vendiendo gas. Su alternativa es financiar la guerra de Putin».
Los acontecimientos posteriores han dado la razón a Guardiola. El apagón de este lunes no ha hecho sino confirmar la importancia estratégica de mantener activas centrales como Almaraz para garantizar la estabilidad del suministro eléctrico frente sectarismo ideológico de la extrema izquierda que gobierna España.