CASO TSUNAMI

La pieza secreta de Tsunami revela que tenía topos en los Mossos: «¿Esta matrícula es de la secreta?»

El cerebro tras el Tsunami tejió una prolífica red de informadores en los Mossos que revelaban incluso los movimientos de la Guardia Civil

La pieza secreta de Tsunami revela que tenía topos en los Mossos: «¿Esta matrícula es de la secreta?»
Los topos policiales en Mossos y Policía Local que ayudaron al Tsunami.

El escalón más alto en la organización Tsunami, la red acusada de terrorismo que estuvo detrás de la respuesta violenta a la sentencia del procés en 2019 y que puso en la diana a políticos constitucionalistas, tenía acceso directo a «información reservada» procedente de los Mossos d’Esquadra. Así lo atestiguan las pruebas que se adjuntan en el sumario de una pieza separada y secreta a la que ha tenido acceso OKDIARIO: la red de topos policiales infiltrados facilitaba la identificación de matrículas, personas, agentes secretos e incluso desvelaba información precisa sobre operaciones de la Guardia Civil contra el propio Tsunami o los CDR. Datos que pusieron en riesgo misiones, lo que ha generado un profundo malestar entre los investigadores.

La causa de Tsunami es una de las que puede decaer en el momento en que se apruebe la Ley de Amnistía que el Gobierno de Pedro Sánchez ha diseñado a medida para conseguir el apoyo político del separatismo. Pero la rueda judicial no se ha detenido a pesar de la amenaza que supone la amnistía para la supervivencia de la causa judicial. La investigación sigue su curso.

OKDIARIO ha tenido acceso a documentos clave para la causa, incorporados a una pieza separada que se encuentra bajo secreto en el Juzgado de Instrucción Nº 6 de la Audiencia Nacional y en la que se investiga al supuesto cabecilla de Tsunami, el empresario Josep Campmajó. Él es el vínculo más directo entre esta organización y el ex presidente catalán Carles Puigdemont, también investigado en la causa.

Infiltrados policiales

En esos documentos se pone de manifiesto que Tsunami contó con abundante colaboración policial para sus acciones, gracias a una red de topos e informantes que tenía en diversas instancias de los Mossos d’Esquadra y de varias policías locales.

«¿Esta matrícula de coche es de la secreta?, le preguntaba Marta Sempere, una de las cabecillas de Tsunami, al cerebro Campmajó. «Puedo preguntar», le respondía. Cuatro minutos más tarde llegaba la confirmación: «Está a nombre de un particular», despejando así los temores de su colaboradora de que estuviese siendo seguida por agentes de información.

La clave era lo que ocurría entre el «puedo preguntar» y la confirmación. En esos apenas 4 minutos, Campmajó -según describe la investigación- movía sus hilos entre sus topos policiales y les pedía que accediesen a bases de datos internas para comprobar las matrículas. Los chats con los agentes que accedían a estos trabajos están dentro del sumario. Al menos hay tres agentes señalados por revelación de secretos. Dos son mossos: R.N.G y P.M.E. El tercero, J.M.R, es un cabo de la Policía Municipal de Gerona.

Consulta a un agente sobre la propiedad de un vehículo.
Consulta a un agente infiltrado sobre la propiedad de un vehículo.

Movimientos de la Guardia Civil

La presencia de miembros de la Guardia Civil y de operativos de vigilancia ponía de los nervios a la dirección de Tsunami. En una ocasión, Campmajó detecta un control de la Guardia Civil cerca de una rotonda de su casa. Se produce la siguiente conversación con un miembro presuntamente de los Mossos, que usa el nombre Cidex y está integrado en la Sala de Coordinación Policial de Cataluña, donde comparten la información la Guardia Civil y la Policía Nacional:

-CAMPMAJÓ: Llevo 4 días seguidos viéndoles. 

-CIDEX: Me comenta el jefe de Sala que en aquella dirección se está investigando a una persona, que no me puede decir nombre porque es acceso restringido, parece que es una investigación por drogas. No creo que sea por ti… a no ser que tengas algún queso que huela a maría…

-CAMPMAJÓ: ¡JAJAJA! No… ni fumo ni he fumado.

En otra ocasión, lo que llega a manos de Tsunami a través de sus topos en Mossos es más delicado: una orden de despliegue de la Guardia Civil en la zona de La Junquera. Un documento de acceso reservado a la Sala de Coordinación Policial en el que la Guardia Civil informa a Mossos que va a realizar «varios dispositivos en la Comandancia de Gerona». 

 

Orden de despliegue de la Guardia Civil.

Conexión con la ‘Operación Judas’

La fecha de esa orden no pasa desapercibida para los investigadores: 24 de septiembre de 2019, a las seis de la mañana. Justo veinticuatro horas después de que la Guardia Civil lanzase su Operación Judas para detener a 9 de los 12 miembros CDR acusados por terrorismo tras fabricar explosivos y planear utilizarlos. Otra causa dirigida por el magistrado Manuel García-Castellón, como la de Tsunami, que también podría caer en desgracia cuando se apruebe la amnistía.

Lo que pone de relieve esa orden es que los cabecillas de Tsunami, además de tener cierta conexión con la llamada Operación Judas, conocían los movimientos que realizaba la Guardia Civil en el marco de esas detenciones. Concretamente, los operativos desplegados en la frontera para evitar fugas de investigados hacia Francia.

«Filtración grave»

Los agentes de la Guardia Civil de la séptima Zona de Cataluña que actuaron como policías judiciales en esta investigación, tras detectar todo este material informático incautado al cerebro de Tsunami, dejó constancia en un informe -incorporado a la causa- de la gravedad de estas revelaciones presuntamente originadas en los Mossos. «La tenencia de este tipo de documentos fuera de las FCS significa una filtración grave de ese tipo de comunicaciones y que indudablemente tuvo que ser extraída y filtrada por algún miembro de los cuerpos que prestan servicios en esa Sala».

«El conocimiento por parte de terceros de los movimientos de las FCS hace ineficaz este tipo de servicios, de ahí y dada su transcendencia, es por lo que se considera que la persona que realizó esa filtración pudiera haber cometido, al menos, un delito de revelación de secretos. Por ello se realizarán gestiones tendentes a la identificación de la persona que pudo cometer la misma», explica la Guardia Civil en su informe incorporado a la causa.

Lo último en España

Últimas noticias