Crisis migratoria

Las peticiones de asilo por condición sexual de los inmigrantes ilegales bloquean las devoluciones

La inmensa mayoría de las personas llegadas desde Marruecos piden ser acogidos en España porque su presunta condición sexual les hace ser perseguidos en su país. Organizaciones como CEAR hablan ya de “peticiones poco sólidas”.

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Las peticiones de asilo bajo consejo legal de los inmigrantes ilegales en Canarias están bloqueando el proceso de devolución a sus países.
Alfonso Egea
  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

Un nombre y unos apellidos, un número de colegiado y un texto debajo: “Le dijo directamente que dijera que era gay”. OKDIARIO ha tenido acceso a información que confirma un secreto a voces en la crisis migratoria que asola Canarias, sus recursos y a sus ciudadanos desde hace ya más de un año. Si este diario ya explicó en su momento el problema generado por los falsos ‘menas’ ahora fuentes policiales confirman a este periódico la estrategia recurrente de solicitar asilo para los inmigrantes ilegales llegados en patera o cayuco por su condición sexual. Y atentos porque ni lo de ser menor ni lo de ser homosexual es idea de los inmigrantes que llegan a las Canarias de forma ilegal.

Lo de los falsos ‘menas’ es una maniobra que llevan a cabo las propias mafias de tráfico de personas. Y a la luz de los datos funciona. OKDIARIO ha tenido acceso a un informe del Defensor del Pueblo que arroja un dato perturbador: de los 2.666 inmigrantes ilegales que dijeron al llegar a Canarias que eran menores no acompañados, a 2.030 no se les ha podido hacer ninguna prueba que lo demuestre y mientras no se la hagan sobre ellos pende la presunción de veracidad sobre su versión de tener menos de 18 años.

En el caso de las peticiones de asilo “poco sólidas”, así las han llegado a definir a alguna de ellas miembros de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado en Canarias, los ideólogos de esta fórmula son algunos abogados de oficio. “Un inmigrante ilegal va a hacer todo lo posible para quedarse en el país al que llega, y es comprensible. Lo que sucede en este caso es que algunos letrados que los asisten llegan ya con la lección aprendida de que lo que deben hacer es pedir asilo y si hay un motivo difícilmente detectable para denegar un asilo ese es la condición sexual del solicitante. Lo que estos abogados no tienen en cuenta es que con esta treta a veces perjudican más a sus clientes”. Un agente especializado en entrevistar a inmigrantes ilegales recién llegados asegura a OKDIARIO que esta práctica es común y está consolidada, ha sido históricamente usada en otras crisis migratorias fuera de nuestro país, pero afirma también que una entrevista a fondo con la persona solicitante de asilo por su condición sexual suele descubrir si su excusa es genuina o no. El problema en Canarias es que todo se ha multiplicado un 1.000% y es complicado separar las peticiones de asilo sólidas de las sospechosas de no ser más que una excusa sin fundamento.

Expulsado por negar ser homosexual

El sistema de asilo en España está funcionando con personas netamente vulnerables como madres con hijos cuyo regreso a su país pondría sus vidas en peligro y con personas enfermas cuya afección no puede ser convenientemente tratada en el país del que provienen. Sin embargo, que algunos letrados de oficio pongan ante las personas recién llegadas la gatera legal de pedir asilo por condición sexual es un arma de doble filo. Ahora volvamos al episodio con el que arrancó este artículo.

Le dijo directamente que dijera que era gay”. Esa frase copiada en una nota resumía una estrafalaria anécdota en la que un letrado en ejercicio aconsejó a un inmigrante ilegal al que acababa de conocer que pidiera asilo por ser homosexual y que para él regresar a Marruecos suponía un grave riesgo. “Pero yo no soy gay”, contestó el inmigrante ilegal. El abogado insistió y se lo volvió a explicar. No debía decirlo porque lo fuera sino porque le sería útil para tramitar su petición de asilo. De hecho, todas las peticiones de asilo se tramitan como derecho fundamental por muy descabellado que sea el motivo aducido. El inmigrante ilegal insistió. “Que te digo que yo no soy gay”. Y ya el tono de voz y el enfado del hombre fue en aumento al ver su condición sexual puesta en duda. La escena la presenció un agente de policía y un intérprete. El resultado no podía ser otro: ese inmigrante ilegal en concreto ya está en Marruecos tras haber sido devuelto al serle denegada una petición de asilo que ni siquiera fue idea suya.

La mayoría de los letrados de oficio ejercen sus turnos de guardia con dedicación y respeto a la Ley. Otros simplemente confunden los derechos de los inmigrantes ilegales con el retorcimiento de los recursos legales a su alcance y generan efectos colaterales muy graves. La tramitación de todas estas peticiones ha colapsado el sistema, porque sí, pese a que algunos letrados tratan de usar ese sistema de forma torticera, la obligación humanitaria del mismo es revisar cada petición de asilo de los inmigrantes ilegales, sea cierto su motivo o una treta legal para entrar al país.

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