Pedraz no considera a los Dominican «organización criminal» pese a su clara «estructura jerarquizada»
El juez Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha rechazado su competencia para investigar a los presuntos integrantes de la banda latina ‘Dominican Don´t Play’ (DDP) tres de cuyos miembros estaban implicados directamente en la muerte el pasado 5 de febrero de Diego Fernández, un joven de 25 años en Madrid que pertenecía a la banda rival de los Trinitarios. El juez considera que los hechos investigados no encajan en los supuestos que determinan la competencia de la Audiencia Nacional y por tanto no considera a los Dominican “organización criminal” pese a su clara «estructura jerarquizada».
El juzgado de la localidad toledana de Illescas comenzó a investigar el pasado año el intento de homicidio de un ciudadano colombiano en Seseña que al parecer pertenecía a los trinitarios, una banda rival, que ocurrió el 20 de abril de 2021. La juez ordenó intervenir los teléfonos móviles de los dos cabecillas en prisión preventiva, A.C.A.C. y R.G.V.. De las conversaciones intervenidas la Guardia Civil tiró de los hilos y empezó a descubrir nombres y actividades del «coro» de Seseña de los DDP, además pudo averiguar también la identidad de uno de los participantes en el asesinato de un trinitario, Diego Fernández, de 25 años, en un parque de Usera tras una multitudinaria pelea ocurrida durante la tarde del sábado 5 de marzo de 2021.
El hombre fue ingresado grave en «el Hospital Virgen de la Salud, de Toledo, con una puñalada de 6 centímetros y fractura de hueso, dos heridas inciso contusas en la pierna izquierda, una superior más profunda con sangrado activo y una inferior más superficial, así como otra herida inciso contusa lumbar izquierda baja», según el atestado realizado por la Guardia Civil al que tuvo acceso OKDIARIO.
Los agentes entonces «pincharon» con orden judicial el teléfono de uno de los líderes del «coro» (subagrupación) de los Dominican Don’t Play (DDP) de Seseña. Esas grabaciones provocaron a una macro operación de la Guardia Civil que se saldó con 11 detenidos el jueves 10 de marzo de este año. Pero el miedo ya había cundido y para el fin de semana posterior, el del 12 y 13 de marzo. el Ministerio del Interior dispuso un operativo policial de 800 agentes de Policía Nacional desplegados en Madrid para evitar venganzas entre pandilleros que se saldasen con muertos.
Entre los 11 detenidos entonces por la Guardia Civil por pertenencia a la banda latina de los DDP había tres presuntos implicados directamente en el asesinato de Diego Fernández, el trinitario del barrio de Usera. La conversación que los delató empezaba así: «Encima el As, cuando llega a casa me manda la foto del cuchillo ensangrentao y me dice ¿lo limpio o qué?» Se refería al asesinato de Diego. Luego la conversación continuaba entre risas por parte de un interlocutor, identificado sólo como «H» por la Guardia Civil, cuando le responde a «A»: «Pero te estaba vacilando, ¿no? pues claro cabrón que lo limpie y lo guarde» y añade poco después que ha hablado con alguien y le ha transmitido varios mensajes: «Dice que la cosa está caliente, vuelve a recordar que nadie baje (a Madrid), no por los pencos (trinitarios) sino por los monos (policías) y dice que los chavales estén fríos, pero fríos, fríos».
Ese mismo día, otra conversación interceptada por la Guardia Civil levantó las sospechas. En otro momento de la conversación alguien identificado como An le dice a «A»: «Has visto lo de Atocha, quién es ese chaval no lo conocemos, ¿no?» «A» le responde que no y entonces An insiste: «¿Y el de Usera tampoco?», a lo que «A» responde «más o menos». Cuando An pregunta qué significa esa respuesta, «A» le responde que «imagínatelo, no quiero hablar por aquí», quizás ya tomando precauciones por si el teléfono estaba intervenido, algo que ocurría. Cuando la juez instructora tuvo conocimiento de esta conversación inmediatamente ató cabos y supo que se refería al joven de 25 años apuñalado en Usera el pasado 5 de febrero con un cuchillo.
Lejos de quedarse ahí la instrucción avanzó y descubrió que entre las actividades de la banda latina de los DDP figuraba la venta de armas y de drogas o falsificación de moneda para posteriormente distribuirla para obtener financiación, entre otros.
En su auto el juez Pedraz admite ahora el criterio argumentado por la Fiscalía y explica, basándose en la doctrina del Tribunal Supremo sobre la materia, que «para determinar la competencia de la Audiencia Nacional con relación a los delitos de tráfico de drogas y de falsificación de moneda se exige que se cometan en el marco de una organización criminal y respecto al tráfico de drogas, que la actividad afecte a diversas provincias», lo que no ocurre en este caso.
El auto señala que la investigación refiere un «modo de actuar de forma jerarquizada» por parte de los integrantes de la banda Dominican Don´t Play, pero indica que no se ha acreditado que en la comisión de los delitos de tráfico de drogas y falsificación de moneda se opere con los requisitos exigidos para su imputación en el marco de una organización criminal.
El auto de Pedraz también sostiene que “no se acredita que la finalidad de la referida organización sea la comisión de estas dos actividades delictivas, sino que las mismas se imputan como resultado de las intervenciones de comunicaciones y del registro, pero de manera instrumental a las actividades realizadas por los miembros de la organización”. Además, en el informe elaborado por el Servicio de Información de la Guardia Civil, según Pedraz, no señala «cual es la distribución de las tareas para la falsificación de la moneda, por lo que se adolece de este requisito”. El auto recoge la doctrina del Supremo y concluye que en casos como éste la competencia para investigar los hechos es la del juzgado de instrucción del lugar donde se cometieron por lo que el asunto de los Dominican regresará a Illescas.
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